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FÓRUM DE BARCELONA | Debates

Maragall acoge la idea de crear un laboratorio de la diversidad lingüística

Documentar las lenguas en peligro costaría 600 millones de dólares

Tomàs Delclós

Lleno total, más de 400 asistentes, y cierre anticipado de inscripciones. Así empezó ayer el diálogo Diversidad lingüística, sostenibilidad y paz. El maestro de ceremonias fue el sociolingüista británico David Crystal, quien insistió en la necesidad de un centro para documentar las 3.000 lenguas en peligro que hay en el planeta. Tras su intervención, el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, abogó por convertir a Cataluña en "un centro mundial de referencia de la diversidad lingüística". "Ésta debería ser la herencia del Fórum". "Quizá se pudiera construir aquí un museo del lenguaje". "Ya lo veremos".

Distintas fuentes consultadas por este diario al terminar el acto afirmaron que no conocían que hubiese ningún proyecto en marcha. No descartaron que se tratara de una improvisación repentina de Maragall, de esas que luego tienen consecuencias: se hacen. Sin relación con esta idea que ayer aterrizó en el diálogo, en el Ayuntamiento están estudiando de qué manera, tras el cierre del Fórum, aprovechar la exposición Voces.

En su discurso inaugural, David Crystal se saltó el acostumbrado, y adormedecedor, tono académico e hizo una vibrante defensa de la diversidad cultural. Además de afamado investigador, Crystal tiene un breve pasado como hombre de teatro y se notó en la dramaturgia de su conferencia. Documentar, dijo, las 3.000 lenguas en peligro del planeta costaría 600 millones de dólares, "los ingresos de un día por el petróleo de la OPEC". Crystal destacó que hay mucha preocupación ciudadana por conservar la diversidad de la fauna y la flora, pero que esta preocupación apenas existe ante el drama de la muerte de las lenguas. Y desgranó 10 recomendaciones para combatirla. Para exponerlas, atribuyó a cada una de ellas una inicial que eran colgadas en una pizarra. Al final, con las 10 letras construyó la palabra gaélica amrywiaeth (diversidad) que luego utilizó para escribir en inglés "Yo odio la guerra". Tras su intervención los aplausos fueron algo más largos de lo que exige la cortesía. Entre sus recomendaciones figuraron la de prestar atención a Internet, donde todo el mundo puede intervenir pero -"siempre hay un pero", dijo- el problema está en que mucha población no tiene acceso a la Red. Vinculado a ello está el papel importante de los jóvenes como futuros transmisores entre generaciones de las lenguas. Pero, insistió, no hay que entorpecerles en sus usos idiomáticos con antipáticas imposiciones puristas. Crystal inició un ataque contra los ortodoxos que defienden una lengua inamovible. "Las lenguas cambian porque las sociedades cambian. Las únicas lenguas que no lo hacen son las lenguas muertas. El cambio no es mejor ni peor, es sólo cambio. Si reñimos a los jóvenes por no hablar una lengua correcta no se sentirán orgullosos de su lengua y pueden abandonarla. El inglés, con todo su poderío, tiene préstamos de más de 300 lenguas y el 80% de su vocabulario es de origen románico". Crystal insistió en que la diversidad que hay que proteger no es sólo la de las distintas lenguas sino la interior de cada idioma.

El concejal de Cultura, Ferran Mascarell, relató el aprendizaje de Barcelona en la diversidad, una ciudad en cuyas calles se habla actualmente unas 100 lenguas. Maragall destacó la diversidad interna del catalán". "Es un idioma bandera dentro de todos los que corren el riesgo de perderse, porque éste no se perderá", aseguró, y puntualizó que la lengua catalana "no se ha de defender. Hay que trabajar, expandir y llevar más allá de sus fronteras internas y externas". Esta lucha, según Maragall, debe ser amigable según el "principio universal de mantenimiento de las identidades y de la diversidad contra la homogeneidad y el simplismo y, por tanto, contra el mercantilismo". Maragall está convencido del vigor del catalán y dio, entre otros argumentos, su sólida tradición cultural, el dinamismo de la sociedad que lo habla y la "actitud dignísima de un presidente que lo ha sido durante más de 20 años", en alusión a Jordi Pujol, y volvió a reivindicar su reconocimiento en la constitución europea.

Lenguas y paz

El diálogo está organizado por el Fórum y Linguapax. En realidad se trata del décimo congreso de esta institución que nació, como recordó su presidente, Fèlix Martí, del convencimiento de que proteger la diversidad lingüística es una contribución para la paz. Tras recordar que el conflicto identitario ha estado en el origen de muchas guerras, Martí abogó por "dar futuro" a todas las comunidades lingüísticas. En su charla defendió una ciudadanía multilingüe como instrumento de intercambio cultural. "Tres cuartas partes de la población mundial es multilingüe".

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Un ejemplo personal de este hecho lo dio Elda Moreno, representante del Consejo de Europa, quien, en un viaje de la anécdota a la categoría para defender el multilingüismo, explicó que tiene orígenes españoles, habla francés, trabaja habitualmente en inglés, su marido es alemán y sus hijos, trilingües". Moreno destacó el progresivo papel de la Carta Europea en favor de las lenguas regionales y minoritarias. Un total de 19 estados la han suscrito y expertos del Consejo tutelan su cumplimiento. La próxima semana, estos expertos visitarán España.

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