Paralización de la LOCE
En los últimos días vengo leyendo cartas a favor de la LOCE y quisiera opinar al respecto apoyando la
paralización de la misma. Soy una de esas docentes que, al igual que la inmensa mayoría de los alumnos, el pasado año gritó un no a la aprobación de la nueva ley; movilizaciones y voces que, al igual que ocurrió con la guerra de Irak, fueron inútiles ante un Gobierno que sólo se escuchaba a sí mismo, y desde luego, los sindicatos no han venido a preguntar mi opinión ni la de muchos compañeros de la escuela pública.
Es cierto que la LOGSE no es una ley perfecta, pero, y abogando a la evaluación continua, es susceptible de modificaciones.
Sin embargo, no creo que una ley como la LOCE -aprobada en contra de la opinión de los principales interesados, los alumnos-, sea una ley destinada a mejorar la educación en nuestro país y mucho menos cuando la mayoría de sus apartados sólo están enunciados y no desarrollados.
¿Qué podemos esperar de una ley que de seguir adelante debería desarrollar puntos fundamentales antes de un fin de curso que está a la vuelta de la esquina?
Una ley que nos imponen e impone (vease el área de religión), no puede ser positiva bajo ningún aspecto, al menos para la enseñanaza pública en una sociedad democrática.