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La Asamblea ratifica el cese del presidente de la Cámara de Cuentas

El portavoz Antonio Beteta no recuerda si prometió guardar la renuncia

El portavoz del PP en la Asamblea de Madrid, Antonio Beteta, sufrió ayer un ataque de amnesia. Al ser preguntado si era cierto que se comprometió con el ex presidente de la Cámara de Cuentas, Ramón Muñoz, a no hacer efectiva una carta de renuncia escrita por éste sin su consentimiento, Beteta respondió: "No lo recuerdo".

Ramón Muñoz envió el lunes un escrito a la Asamblea de Madrid en el que admitía haber redactado una carta de renuncia a su cargo, pero también dejaba claro que fue presionado por la presidenta regional, Esperanza Aguirre, y con la promesa expresa del portavoz del PP de que no se haría efectiva sin su consentimiento y que éste la guardaría en una caja fuerte. El pasado viernes, esa carta, con fecha de 4 de febrero, entró en el registro de la Asamblea. Según fuentes del Grupo Popular, fue una diputada muy cercana a Antonio Beteta quien dio curso a la misiva. En el escrito del ya ex presidente de la Cámara de Cuentas afirma que no era su "intención dimitir", y que así se lo había comunicado a Esperanza Aguirre. Solicitaba, además, la apertura de una investigación en la Asamblea para determinar quién estaba "suplantando" su "voluntad".

Beteta admitió que Ramón Muñoz le había entregado esa carta de renuncia; a partir de ahí, el portavoz popular no recuerda nada: ni si esa misiva estuvo guardada en una caja fuerte desde el 4 de febrero, ni cuál fue el destino de esa carta de renuncia después de que Muñoz se la entregara, ni quién le dio curso el pasado viernes. Amnesia total.

Renuncia legal

Tras la llegada de la segunda misiva en la que Ramón Muñoz asegura que le habían suplantado la "voluntad", la oposición solicitó que los letrados de la Asamblea de Madrid emitieran un informe jurídico analizando la situación. Según este informe, la renuncia de Ramón Muñoz es legal, por lo que desde ayer ya no es presidente de la Cámara de Cuentas, decisión que ratificó ayer la Mesa de la Asamblea.

Ese informe dice en sus conclusiones: "La renuncia se perfecciona por la exteriorización clara e incondicional de la voluntad de dejación del cargo público y su ulterior presentación ante el órgano competente, sin que la Mesa pueda entrar a valorar las circunstancias de la presentación". Y continúa: "La renuncia, una vez perfeccionada, es irrevocable, por lo que un escrito presentado con ulterioridad no puede tener efectos sobre la misma".

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El portavoz del grupo parlamentario socialista en la Asamblea de Madrid, Rafael Simancas, aseguró que el organismo fiscalizador de la región -la Cámara de Cuentas- está sufriendo "una sangría de prestigio" y achacó la responsabilidad de esta situación a los dirigentes del PP, a los que acusó de "trasladar sus conflictos internos a las instituciones".

Por su parte, el portavoz de Izquierda Unida, Fausto Fernández, mostró su oposición a la solución tomada. De hecho, el presidente de la Cámara de Cuentas ha dimitido de este puesto, pero no como consejero, puesto que seguirá ostentando.

El Consejo de la Cámara está formado por siete representantes, cuatro a propuesta del PP, dos a propuesta del PSOE y el séptimo, por IU. Lo que no entiende Fausto Fernández es cómo, si el PP impone la dimisión del presidente por ser uno de los máximos responsables de la situación de inactividad que se vive en la Cámara de Cuentas, sigue dejándolo como consejero. Ramón Muñoz forma parte del consejo que debe elegir a un nuevo presidente de entre sus miembros, por lo que puede darse la paradoja de que el propio Ramón Muñoz salga reelegido. En cualquier caso, IU ya ha manifestado que votará en contra de cualquier candidato del PP.

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