Las dos grandes cajas se niegan a inyectar más capital en Terra Mítica

Las dos grandes cajas de ahorro valencianas, propietarias de más de un 40% de Terra Mítica, se niegan a asumir nuevas inyecciones de capital para salvar la situación financiera del parque. La Generalitat, propietaria de más de un 20%, tiene las manos atadas, puesto que una aportación pública violaría la libre competencia. El consejo de Terra Mítica, reunido ayer, dejó abierta la sesión para reanudarla hoy. Esta atípica decisión pretende, según diversas fuentes, trasladar un ultimátum a los acreedores para que acepten el plan de viabilidad elaborado por las cajas y la Generalitat para evitar la suspensión de pagos.

"Lo que tenga que ser, que sea". El lacónico comentario atribuido a un miembro del Consell ilustra la posición del núcleo duro del capital de Terra Mítica ante la situación creada en la sociedad por las denuncias de impago planteadas por dos cajas implicadas en el crédito sindicado de 111 millones de euros que permitió cubrir los desfases en la inversión inicial para levantar el complejo de ocio.

Los máximos responsables de Bancaixa y CAM se reunieron ayer por la mañana en la consejejería de Economía con Gerardo Camps, titular del departamento,para adoptar una posición conjunta previa al consejo de Terra Mítica convocado por la tarde. Un portavoz oficial asegura que los dos presidentes y directores generales de las cajas participaron en la reunión. Otra fuente sugiere que José Luis Olivas, presidente de Bancaixa y ex presidente de la Generalitat, evitó acudir a la cita.

Fernando García Checa, director general de Bancaixa, anunció en diciembre pasado que la entidad no inyectaría más fondos en Terra Mítica. Las dotaciones que ha asumido Bancaixa para afrontar los riesgos derivados de su inversión carecen de parangón en la historia de la caja. Y ésa fue la posición que trasladó ayer a Gerardo Camps.

La situación de la CAM es paralela. Y la posición trasladada por sus máximos responsables a su consejo idéntica. Sin embargo, ayer expresaron una posición más flexible al responsable de Hacienda, según una fuente conocedora de la reunión, incluso invocaron la posibilidad de nuevas aportaciones de capital.

La Generalitat, el tercer accionista de referencia de Terra Mítica, carece de margen de maniobra. Una inyección de capital público para salvar la sociedad tropieza con las normas de libre competencia que impone la Unión Europea. Y la aportación del suelo reservado inicialmente para la ampliación del parque como alternativa a la inyección de capital líquido tropieza con serios problemas jurídicos.

Las cajas mantienen como única salida a la situación financiera de Terra Mítica la implicación de los acreedores de la sociedad en su accionariado. Una posición que incluye una quita de parte de la deuda y que equilibraría el balance de la sociedad.

La mayoría de las entidades implicadas en el crédito sindicado formalizado en octubre de 2000 y cuyo saldo actual supera los 80 millones de euros rechazan implicarse en el accionariado del parque. "No queremos ser accionistas", reiteró ayer un portavoz de una gran entidad financiera.

Otros acreedores del parque, entre ellos algunas constructoras, que ya son accionistas, como las dos grandes cajas valencianas, participaron en el consejo de Terra Mítica, en Benidorm, a media de tarde. La reunión quedó en suspenso y se levantó hasta el mediodía de hoy, una decisión atípica que revela la gravedad de la situación por el ultimátum planteado por los mayores accionistas.

Los alcaldes de La Vila Joiosa, Benidorm o Altea, entre otros representantes municipales de la Marina Baixa, expresaron ayer su "apoyo incondicional" al futuro de Terra Mítica y subrayaron que el parque genera 8.000 puestos de trabajo.

Juan Galipienso, portavoz de UGT en el consejo de la CAM, por su parte, pidió al Consell que "saque dinero de donde tenga" para salvar el parque, porque la caja de ahorros, dijo, "no puede poner más".