El Banco de España no ve signos de desaceleración en la vivienda

El precio de la vivienda continúa creciendo a tasas elevadas, "sin que se aprecien síntomas de desaceleración", según constata el Banco de España en su último Informe de Estabilidad Financiera, publicado ayer. La institución advierte de que el endeudamiento de los hogares sigue creciendo y ha pedido a las entidades financieras que extremen la precaución en la concesión de créditos a promotores inmobiliarios, después de que el año pasado incrementaran más del 46% su riesgo en este sector, muy por encima de cualquier otro segmento.

La escalada del precio de la vivienda -se ha más que duplicado en los últimos seis años- y su impacto en el presupuesto de las familias -su endeudamiento superó por vez primera en 2003 el medio billón de euros- son desde hace meses motivo de preocupación del Banco de España. En su informe, advierte de que una subida significativa y rápida de los tipos de interés, un aumento del desempleo o una caída de los precios de la vivienda podrían "agravar" el creciente endeudamiento de las familias, que ya tienen comprometido el 90% de su renta disponible.

"No obstante, el riesgo para éstas [las entidades financieras], históricamente, ha provenido de la financiación a empresas constructoras e inmobiliarias más que de la financiación a los hogares para adquisición de vivienda", afirma.

Sobre la evolución del crédito a los promotores inmobiliarios, el organismo supervisor cree que merece "una atención especial" porque el sector tiene una elevada morosidad histórica y representa ya el 10,4% del crédito al sector privado residente. Sólo el ejercicio pasado, 26 entidades duplicaron su riesgo con promotores y otras 60 los aumentaron por encima del 50%, según los cálculos del Banco de España, que reconoce que en los primeros meses de 2004 ha empezado a desacelerarse el ritmo.

Pese a todas estas advertencias, la institución afirma que los datos conocidos hasta ahora no muestran ningún aumento de la morosidad del sistema financiero español, que se encuentra en niveles mínimos.