_
_
_
_

Bargalló afirma que le preocupa más Sant Cosme que la Cataluña rural

El 'conseller en cap' acusa a CiU de ser desleal con el país

Francesc Valls

"No existe un país sin sus gentes, sus rostros sus historias vivientes", aseguró ayer el conseller en cap, Josep Bargalló, que quiso presentar en sociedad la Cataluña que los republicanos pretenden diseñar en comunión -por lo menos en los próximos cuatro años- con el Gobierno tripartito. En ese país de rostro ciudadano, con unas pinceladas de paisaje, "nos debe preocupar más el barrio de Sant Cosme [en El Prat] que la Cataluña rural", aseguró un Bargalló que quiso marcar distancias con CiU.

El nacionalismo de CiU y el soberanismo de Esquerra poco tienen en común. Eso al menos se desprende de lo expuesto ayer a mediodía, dentro del foro Tribuna Barcelona, por el conseller en cap del Gobierno catalán. De otro modo no se entendería el demoledor alegato que hizo Bargalló sobre los 23 años de pujolismo. "En ese periodo no hemos establecido una nueva relación con el Estado; ni un nuevo modelo de relación financiera; ni un nuevo modelo de estructuración territorial; ni una nueva normativa electoral", afirmó Bargalló, quien reivindicó todos estos elementos contenidos en el pacto del tripartito para tener "una nueva política para un nuevo país". Y para tener un país cohesionado "debemos gestionar y gobernar, no sólo gestionar como hasta ahora", agregó el consejero. "Es preciso hacer una opción catalanista y progresista, que abra el país a las innovaciones y la gente de fuera", aseguró Bargalló.

El paisaje que dibujó el también dirigente de ERC no tiene como telón de fondo aguas calmas. "En el tripartito hay voces diversas, acuerdos y desacuerdos, encuentros y desesencuentros, pero tenemos la conciencia de vivir un momento histórico", sentenció.

El gran perjudicado de ese momento histórico es CiU, que ha perdido el poder tras 23 años de ocuparlo, y, de acuerdo con lo afirmado ayer por Bargalló, no se resigna. "Cataluña necesita una oposición leal con el país, con la institución y que tenga un proyecto propio, no sólo una propuesta de asedio al Gobierno; es legítimo intentar desestabilizar, pero quien actúa así pierde la posibilidad de ser alternativa de poder", dijo Bargalló. "Nosotros no estamos en el poder para limitarnos a cambiar A por B y que todo siga igual; queremos realizar la transformación política de verdad", dijo. Ilustró su punto de vista con un ejemplo: "En el tema de los medios de comunicación, para mí hubiera sido más fácil cambiar a un medio por otro y dejarlo todo igual, pero hemos tomado la decisión de crear un nuevo modelo más transparente y equitativo, y ello ha provocado un estremecimiento" en una sociedad poco acostumbrada a que "los medios privados no intenten controlar al poder político y el Gobierno, los medios públicos".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_