Comisiones bancarias

Érase una vez un universitario que para pagar sus estudios, entre otras cosas, empleaba parte de su tiempo como trabajador de una ETT. Bien, a la hora de cobrar el último de sus trabajos se vio envuelto en una situación curiosa. La empresa encargada de esta acción le daba, como siempre, dos opciones: cobrar mediante transferencia o vía cheque. Al no tener cuenta corriente, porque sinceramente no la necesita, se había acostumbrado a la segunda opción.

Pero la sorpresa llegó cuando le comunicaron que, al no ser cliente de la entidad a la cual va dirigido el cheque (La Caixa,vamos), se le iba a aplicar cierta nueva y ocurrente comisión de 1,80 euros. Claro, la alternativa que se le ofreció fue que se hiciera cliente (curiosamente, se lo dijeron en ambas empresas...).

No está mal pensado. Si consiguen hacer un cliente con 21 años, con su "gran oferta" de cuentas para jóvenes, hay una gran probabilidad de que éste siga con el vínculo. Aunque sea por mera comodidad. Con lo que a la larga se benefician de domiciliaciones, planes de pensiones, etcétera. No creo que sea lo más correcto. Si es él quien ha desempeñado un trabajo (monótono y a deshora como pocos), por lo menos se merece cobrar como le plazca. Y si no, La Caixa puede quedarse con sus casi dos euros. Es barato para ser el precio de la entereza. Ahí queda la obra social de las cajas...