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El tranvía reanuda hoy el servicio en el Besòs, y el lunes, en el Baix Llobregat

El número de usuarios de pago ha crecido de forma constante

El tranvía del Besòs empezará hoy a funcionar de nuevo, salvo contratiempos de última hora. El del Baix Llobregat, en cambio, esperará hasta el próximo lunes. La empresa que gestiona el tranvía, Trammet, inició ayer a las 14.00 las pruebas del vehículo en la zona del Besòs, una vez retirado de las vías todo el elemento bituminoso colocado como aislante en los raíles. El periodo de pruebas se prolongará hasta hoy a la misma hora, cuando, si no se ha producido ningún tipo de contratiempo, empezará a admitir pasaje de nuevo.

Las 24 horas de prueba son una exigencia de la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM), que pretende con ello garantizar la seguridad de los usuarios, ya que la supresión del aislante implica una modificación de las condiciones de circulación.

Los dirigentes de la ATM no quieren sorpresas con personas en el interior de los convoyes. Los responsables del transporte público ha exigido también a la empresa del tranvía que inserte anuncios en los medios de comunicación de modo que los ciudadanos sean informados de la reanudación del servicio.

La puesta en marcha del tranvía del Baix Llobregat, en sus tres líneas, tendrá que esperar un poco más. Las pruebas sin pasaje empezarán el domingo, cuando la empresa confía en tener ya todo el trazado limpio de chapapote.Durante todo el domingo, el Trambaix circulará en pruebas, es decir, sin admitir pasajeros. Sólo el lunes, si no se reproduce ningún tipo de problemas, se abrirán las puertas del tranvía a los viajeros. El principal problema que ocasionaba la dilatación, por causas aún desconocidas, del elemento aislante es que reducía considerablemente la capacidad de frenado de los vehículos, lo que resultaba peligroso tanto para los usuarios como para el resto del tráfico urbano.

El tranvía de Estrasburgo tuvo un problema parecido, pero se produjo bastante tiempo después de haber iniciado el servicio y con un material que, aunque similar al empleado como aislante en Barcelona, no era idéntico. Ni siquiera fue suministrado por la misma empresa que el de Barcelona, la alemana Thyssen.

La Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM) ha decidido que la reanudación del servicio del tranvía es asunto prioritario ya que el número de usuarios de pago que utilizaban este sistema de transporte era claramente creciente a lo largo de las cinco semanas en las que la empresa ha podido dar servicio.

En total han utilizado el tranvía 926.680 pasajeros desde el 5 de abril hasta el 9 de mayo, cuando dejó de circular por los problemas que surgieron. Unas 110.000 personas viajaron en él en los dos primeros días de puertas abiertas, en los que no había que validar billete. Un total de 241.075 pasajeros aprovecharon los billetes de promoción regalados por la empresa, que eran válidos hasta el 30 de abril. El resto, 575.605 personas, han sido pasajeros de pago.

El tranvía tiene la tarifa integrada, es decir, en él es válido cualquier abono de los utilizables en metro y autobuses, y ha transportado en cada una de las cinco semanas en que ha funcionado más de 100.000 pasajeros de pago, con un tendencia constantemente creciente, desde 197.642 en la semana inicial hasta 125.261 en los siete últimos días, en los que ya no podían utilizarse los billetes de promoción repartidos por la empresa.

Sin causa conocida

Sigue sin conocerse la causa del fallo en el aislante. Cinco laboratorios están analizando el componente para determinar cuál es el origen del problema.

Uno es la empresa suministradora, la alemana Thyssen; otro de los laboratorios pertenece a la Universidad Politécnica de Cataluña; el tercero es el Centro de Investigación Elpidio Sánchez Marco, de Madrid, y los dos restantes, Payma y Sgs-Tecnos, empresas relacionadas con la obra.

No pocos ingenieros se han interesado por el problema del tranvía a título personal. Uno de los que han hecho sus propias averiguaciones, profesor de la UPC, explicó ayer a este diario que una de las posibles causas es que el aislante bituminoso se hubiera colocado a demasiada altura, de forma que fuera constantemente rozado por la pala de la rueda del tranvía. Esta rozadura habría acabado por calentar el producto hasta acabar por disolverlo.

La instalación se hizo siguiendo las instrucciones de la empresa, de modo que el elemento bituminoso se colocó a nivel del raíl. Para eliminarlo completamente ha sido necesario contratar a 550 personas.

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