Simulacro de batalla aeronaval en Marín
El rey Juan Carlos comprobó ayer las prestaciones de la fragata Álvaro de Bazán durante un simulacro de batalla aeronaval en la ría de Pontevedra. Don Juan Carlos, acompañado por el ministro de Defensa, José Bono, embarcó en el buque de guerra, que zarpó de la Escuela Naval Militar de Marín, para seguir a bordo la demostración, en la que también participaron dos cazas Harrier, cuatro aviones de combate Mirage F-1 y la patrullera de la Armada Serviola. La Álvaro de Bazán, una fragata del tipo F-100, con un sistema de combate único en Europa, simuló repeler un ataque con misiles y aviones desde mar y aire. El Rey charló distendidamente con toda la tripulación y con los periodistas, a quienes confesó que ya "cuenta los días hacia atrás" en espera de la boda del príncipe de Asturias, el próximo día 22.
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