Patrimonio rechaza el soterramiento de la M-30 bajo el puente de Toledo

El proyecto de soterrar la M-30 a su paso por el Manzanares para devolver las riberas a los peatones ha tropezado con un nuevo escollo: el puente de Toledo, terminado en el siglo XVIII, se ha convertido en materia de controversia entre los ingenieros del Ayuntamiento y los arqueólogos de la Comunidad. Los primeros son partidarios de salvarlo bajo tierra, con un túnel, de forma que quede libre de coches. Los segundos se oponen al túnel porque consideran que el monumento se dañaría, y recuerdan que la ley está de su lado: sin el permiso de la Dirección General de Patrimonio, el puente no se puede tocar.

El proyecto estrella del alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, consiste, a grandes rasgos, en enterrar el tramo de la M-30 que discurre paralelo al Manzanares, desde el paseo del Marqués de Monistrol hasta el puente de la Princesa: seis kilómetros de túnel que, cuando las obras estén terminadas, permitirán a los madrileños volver a disfrutar del río y de sus riberas, hurtadas cuando se construyó el anillo de circunvalación, en los años sesenta.

Pero, entre el paseo del Marqués de Monistrol y el puente de la Princesa se alza uno de los puentes más antiguos y monumentales de la ciudad: el de Toledo. En la actualidad, los peatones pasan por encima de este puente, y la M-30 y los coches, por debajo de sus arcos. Según el proyecto del alcalde, el puente se liberaría del tráfico y, gracias al supertúnel de seis kilómetros, quedaría para disfrute del peatón.

Dos alternativas

La Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid, sin embargo, ya ha advertido de que no dejará que la tuneladora actúe por debajo del puente. Este organismo ha señalado que obligará al Ayuntamiento de la capital a dejar el monumento como está, con la carretera pasando por debajo, pero sin obras que, según Patrimonio, pueden afectarlo.

Fuentes de esta dirección manifestaron ayer que se había devuelto al Ayuntamiento de Madrid el proyecto recibido. "Les hemos pedido que presenten otras dos alternativas al trazado inicial", ya que el proyecto de soterramiento podría dañar este monumento histórico.

Para que el túnel pase por debajo del puente de Toledo es necesario, según el Ayuntamiento, inyectar cemento en los pilares y arreglar la base del monumento, que se asienta en unos pilotes de madera de hace 400 años.

Fuentes técnicas municipales relacionadas con el proyecto de soterramiento aseguran que "al meter la calzada por debajo del puente éste iba a quedar más seguro que en la actualidad, ya que se pensaba aprovechar la obra para reformar toda la cimentación y dejarlo bien para siempre".

Estos técnicos mantienen que el proyecto entero "se estropeará" si la Dirección General de Patrimonio obliga a que el tráfico aflore precisamente en el puente de Toledo para no dañarlo. Y añaden que con la estructura del puente de Segovia, "que se destruyó en la Guerra Civil, se cambiaron los pilotes por unos de hormigón". "Si nos dejan seguir con el proyecto adelante, el puente quedará en perfecto estado para otros 500 años", concluyen estos técnicos.

Un portavoz de la Concejalía de Urbanismo aseguró que representantes de su departamento "están en contacto" con los miembros de la Dirección General de Patrimonio "para estudiar posibles soluciones alternativas". "Entre las dos instituciones hay diálogo; ninguna está cerrada en banda", dijo.