El Ecofin propina otro golpe bajo al Pacto de Estabilidad
Los 25 rechazan aplicar un aviso contra Italia por incumplimiento
El moribundo Pacto de Estabilidad aguanta ya pocos ataques, pero los ministros de Finanzas de la UE (Ecofin) le propinaron ayer otro golpe bajo al no aplicarlo contra Italia. Los ministros desoyeron la recomendación del comisario de Asuntos Económicos, el español Joaquín Almunia, de lanzar el aviso o alerta temprana contra Italia porque corre el claro riesgo de que su déficit público supere este año el límite del 3% del PIB establecido en el Pacto.
Lo ocurrido ayer en Bruselas supone la puntilla para la norma europea, una vez que Francia y Alemania ya consiguieron en noviembre que el Ecofin dejara en suspenso la vía de las sanciones con la aislada oposición de España, Austria, Holanda y Finlandia. Desde entonces, los incumplidores se sienten a salvo. Por eso, el ministro italiano, Giulio Tremonti, se limitó a comentar que su Gobierno prepara medidas extraordinarias, que no concretó, para reducir este año su déficit por debajo del 3% y sus homólogos se contentaron con darle un plazo hasta el 5 de julio para que explique esas medidas.
Sólo España, Austria, Holanda y Suecia se opusieron y los demás obviaron los argumentos de Almunia, porque la Comisión prevé que el déficit italiano llegue este año al 3,2% y exige a Roma que reduzca su gasto en 7.000 millones. A instancias del ministro español, Pedro Solbes, el Ecofin reconoció que el favor a Italia se acordó "por amplia mayoría", y no "por consenso" como decía la versión inicial.
Esta vez, según Solbes, fueron "razones políticas" las que se esgrimieron para eludir la tarjeta amarilla contra Roma porque "parece que hay elecciones europeas en Italia", señaló el ex comisario con su habitual humor crítico. Incluso el ministro irlandés, Charlie McCreevy, aceptó el argumento al declarar que "se tienen en cuenta todos los factores, incluidos los políticos". Como telón de fondo estaban los comentarios de Silvio Berlusconi, quien ha insinuado que su rival político y presidente de la Comisión, Romano Prodi, ha impulsado este expediente.
Pese a todo, Almunia repitió que "el Pacto está vivo, es necesario, existe y va a seguir existiendo", aunque se lamentó de que no se aplicara "cuanto antes" a la vista de los "sólidos argumentos" que él había presentado. Para su antecesor, Solbes, los ministros hicieron ayer "una nueva interpretación" del aviso porque el Pacto debe aplicarse con "automatismo". De lo contrario, añadió, "puede resolverse un problema a corto plazo, pero crea otros a medio y largo plazo".
Para Tremonti, no debe haber tal automatismo porque los avisos y alertas son "la última opción". Algo de eso debe pensar también su colega francés, Nicolas Sarkozy, que ha devuelto a Roma el favor que le hizo en noviembre: "Cuando un socio tiene dificultades o necesita un poco de tiempo, tenemos que pensarlo".
Las reglas, sin embargo, no parecen iguales para todos. Portugal ha sufrido desde hace dos años un procedimiento por déficit excesivo por superar el 3% en 2001 y su Gobierno ha aplicado drásticos recortes de gastos. Ayer se le levantó el expediente, pero el Ecofin le recomendó que siga vigilante porque puede incumplir otra vez la norma este año. La ministra de Finanzas, Manuela Ferreira Leite, anunció que piensa congelar el sueldo de los funcionarios e impedir déficit en las administraciones locales. Hoy, Almunia también prevé llamar la atención a 6 de los 10 nuevos miembros de la UE.
La situación es aún más compleja porque, a la vez que el Pacto se incumple sistemáticamente, la Comisión sigue enfrascada en elaborar una propuesta para flexibilizar su puesta en marcha. Además, el Tribunal de la UE debe resolver en las próximas semanas el recurso presentado por el Ejecutivo comunitario por lo ocurrido en el Ecofin de noviembre. Si no muerto, el Pacto está en el limbo.
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