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Acampada en Carabanchel para pedir la entrega de los nuevos pisos

2.000 casas están acabadas en el ensanche desde hace meses

Esther Sánchez

Afectados por la tardanza en la entrega de viviendas, acabadas desde hace unos nueve meses en el ensanche (PAU) de Carabanchel, acamparon ayer en una treintena de tiendas de campaña plantadas en un solar cercano a los inmuebles. Pretendían permanecer acampados todo el fin de semana para llamar la atención sobre su situación, pero la Policía Municipal les desalojó a las nueve de la noche de ayer.

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Tiendas de campaña en lugar de casas

El Programa de Actuación Urbanística (PAU) de Carabanchel cobró ayer vida. Los bloques de viviendas, terminados desde hace unos nueve meses, seguían con las persianas bajadas y cerrados a cal y canto. Pero en un solar cercano unas 300 personas se arremolinaban alrededor de 30 tiendas de campaña. Al grito de "¡Viviendas ya!", familias enteras con niños pedían la entrega inmediata de las llaves que les permitirán ocupar sus viviendas. La intención era acampar todo el fin de semana, pero la Policía Municipal les desalojó pacíficamente a las nueve de la noche.

"Si no nos echan, nos quedaremos el fin de semana entero", comentaba Francisco Egea, un profesor de 32 años que había decidido acampar junto con otros vecinos al lado de su vivienda como medida de presión.

"Mira, mi casa es aquélla, la del segundo piso", decía Egea mientras señalaba una ventana blanca de uno de los bloques. "Pero, aunque parezca increíble, no puedo entrar, y tengo que seguir pagando un alquiler". A su lado, sentada en una silla, le esperaba su mujer junto a su hija. Cuando este matrimonio se embarcó en la compra de su vivienda, no podía imaginar que siete años más tarde seguiría sin poder entrar en ella, a pesar de estar construida.

"Lo peor de todo es la impotencia. Si vas al Ayuntamiento para preguntar la razón por la que no recepcionan la urbanización, te remiten a la gestora. Y la gestora te remite al Ayuntamiento. El caso es que seguimos sin vivienda", concluye Egea.

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En el PAU de Carabanchel hay acabadas 2.000 viviendas (las correspondientes a la Unidad de Ejecución 2) de las 11.350 previstas, pero sin habitar. "Es desesperante porque nadie nos da un plazo concreto de entrega. Ni tampoco una explicación convincente", explica Roberto Rodríguez, portavoz de la Plataforma PAU de Carabanchel-Asociación de Vecinos de Carabanchel.

Desilusionados

"En el Ayuntamiento nos dicen que no se puede recepcionar la urbanización porque falta señalización en los viales y las acometidas generales tampoco están en condiciones. Pero ya no nos creemos nada, estamos desilusionados. Es como si te ponen un caramelo en la boca y luego te lo quitan", comenta Javier Dueñas, un empleado de banca de 37 años.

Los vecinos criticaban con dureza la actuación del Consistorio en la construcción del nuevo barrio. "El Ayuntamiento fiscaliza y si la gestora no lo hace bien, se le quitan los poderes o se le impone una buena multa. Ya veríamos si en ese caso no se acababan todos los problemas", comenta enfadada otra afectada.

Otro de los temores de los futuros vecinos del desarrollo urbanístico es la falta de equipamientos educativos, sanitarios y de transporte. "No hay nada. Nos darán las casas algún día y nos encontraremos con que no hay colegios ni guarderías donde llevar a nuestros hijos", dice preocupada Rosa Álvarez, una farmacéutica de 36 años que en estos años de espera ha tenido un hijo que ya tiene tres años y espera otro para dentro de unos meses.

La problemática es similar en otros afectados. Adquirieron el piso hace años, ahora se encuentran con niños, pagando alquileres de 600 euros por viviendas que, en la espera, se les han quedado pequeñas. "Además, en junio se nos acaba el periodo de carencia del préstamo, por lo que tendremos que hacer frente a una hipoteca. ¡Que me digan a mí cómo pagamos un alquiler más la hipoteca...!", se queja otro de los afectados.

En la acampada también se pidieron firmas para las alegaciones que va a presentar la plataforma con el objetivo de que el metro llegue al ensanche de Carabanchel. Si no lo consiguen, será el único nuevo barrio de Madrid que no contará con este medio de transporte.

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Sobre la firma

Esther Sánchez
Forma parte del equipo de Clima y Medio Ambiente y con anterioridad del suplemento Tierra. Está especializada en biodiversidad con especial preocupación por los conflictos que afectan a la naturaleza y al desarrollo sostenible. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y ha ejercido gran parte de su carrera profesional en EL PAÍS.

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