Las empresas valencianas exportan por carretera el 66% de sus mercancías
Casi la mitad de las ventas a Europa proceden de Cataluña y la Comunidad Valenciana
Las exportaciones valencianas circulan por vías obsoletas. El 66% de las ventas a Europa de las empresas valencianas utilizan la carretera. Un dato muy significativo si consideramos que el arco Mediterráneo, es decir Cataluña, Comunidad Valenciana y Mallorca, representa el 42% de las exportaciones y el 39% de las importaciones de toda España. Expertos en economía, urbanismo y territorio que ayer participaron en un debate en la Universidad de Alicante solicitaron más inversión en infraestructuras y mayor coordinación entre las administraciones implicadas.
El eje Mediterráneo es "un gran centro exportador e importador", comentó Josep Vicent Boira, profesor del Departamento de Geografía de la Universitat de València. Casi la mitad de las ventas de España al extranjero, en concreto un 42%, las realizan empresas valencianas y catalanas, que en facturación están por delante de Madrid y el País Vasco. La inmensa mayoría de estos productos manufacturados viajan por carretera, un 66% en caso valenciano y un 87% en el catalán. Sin embargo, esta realidad no se ve acompañada de una política integral de infraestructuras.
La segunda edición del coloquio Alacant / València: la vertebració del País Valencià a l'arc Mediterrani, reunió ayer en la sede de la Universidad de Alicante a 40 expertos de diversas áreas. Todos defendieron la necesidad de fomentar, impulsar y desarrollar la eurorregión mediterránea. Boira lamentó que, pese al potencial exportador de las pequeñas y medianas empresas valencianas, el gasto público en infraestructuras se sitúe en niveles bajos. "El resultado es decepcionante", comentó, "si el eje Mediterráneo fuera una realidad activa, y no pasiva, seríamos motores de otras regiones", dijo. Por su lado, el periodista José María Perea destacó que con "autopistas de peaje no se vertebra el territorio", y rescató la histórica demanda ciudadana de liberar el peaje de la A-7.
Sobre la red ferroviaria los participantes en el debate criticaron la actual estructura radial y centralista, y apostaron por un tren de velocidad alta en el corredor Mediterráneo. Josep Vicent Colomer, catedrático de Transporte, incidió en la necesidad de comunicar mejor la región con otras zonas de la península Ibérica y con Europa. En el debate terció Josep Bevià, ex diputado socialista, para quien en el fondo "el centralismo tiene miedo de las fuerzas periféricas".
Joan Romero, catedrático de Geografía, inició su intervención asegurando que la estructura del Estado presenta una "debilidad organizativa que tiene repercusiones en las decisiones territoriales". En este sentido expuso algunas contradicciones que, a su juicio, se están produciendo: "Somos un Estado funcionalmente federal, pero sin convicción", dijo. "Somos federales pero con ánimo unitario", matizó Emèrit Bono, catedrático de Economía Aplicada. Romero agregó que "tenemos un formidable problema de coordinación institucional", que se agrava porque no hay una cultura del pacto, ni espacios formales de debate y el propio Tribunal Constitucional reconoce que el Gobierno no tiene capacidad para ordenar el territorio, pero Fomento tiene competencias directas. Romero resaltó la amalgama de leyes, decretos y ordenanzas que actúan sobre un espacio reducido de terreno como es la franja litoral, sobre la que distintas administraciones tienen competencias diversas. "Hay una crisis de modelo territorial y es imprescindible crear un espacio de cooperación y diálogo", concluyó. Fernando Vera, director de la Escuela de Turismo de la Universidad de Alicante, aseveró que uno de los factores que da sentido a la circulación de personas y mercancías en el arco Mediterráneo es el turismo. Pero criticó el actual modelo desarrollista marcado por el interés urbanístico y "un voraz consumo de suelo" en el litoral.
Por la tarde, Clemente Hernández, profesor de Economía, instó a la cooperación entre empresas y Administración para fortalecer el tejido empresarial, debilitado por la falta de cualificación profesional y exclusividad de los productos. Mientras, Emèrit Bono abogó por ampliar el arco Mediterráneo a otras zonas del sur y norte, "porque no debemos ser excluyentes".
Francesc Ferrer, secretario de L'Empresarial, presentó la Mesa de Pimes de la Mediterrània, que aglutina a 87.000 pequeñas y medianas empresas, y abogó por "consolidar las actuales estructuras pero sin perder lo que está lejos". Estos empresarios exigieron un mayor "reconocimiento y apoyo" institucional de acuerdo a su representatividad.
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