"El Fórum tiene algo de ingenuo, de utópico"
Pregunta. ¿Está todo a punto?
Respuesta. Habríamos firmado hace un año tenerlo como lo tenemos.
P. En el Consejo están el Ayuntamiento, la Generalitat y el Gobierno central. ¿Los cambios electorales han facilitado las cosas?
R. El cambio no se ha instrumentado hasta el sábado en lo que respecta a los representantes del Gobierno. ¿Qué puede representar este cambio? En la fase ejecutiva en que estamos puede suponer una mayor simplicidad en la toma de decisiones, y eso nos irá bien, porque se necesitan decisiones rápidas. Pero la definición del Fórum está perfilada desde hace tiempo.
La voluntad de todos es mantener el consenso y no excluir de la asamblea a los partidos ya implicados.
"Siempre lo hemos dicho. No es un encuentro político, es un evento cultural"
P. ¿El problema ahora estaría más en el desbordamiento de público que en su ausencia?
R. Estamos trabajando para mejorar los defectos que se han detectado en las pruebas. El Fórum es muy largo y las reacciones del público, imprevistas. El que no haya precedentes nos obliga a adaptarnos. Otro tema en el que trabajamos es el de sentar las bases para que el acontecimiento tenga continuidad. Existe el acuerdo institucional de crear una fundación para después del Fórum. Yo pedí, hace tiempo, que se constituyera lo más pronto posible.
Es muy importante saber administrar el legado. A mí personalmente me gustaría que la gestación de nuevos fórums fuese un proceso que participase del propio espíritu del Fórum barcelonés. Que fuera un proceso cooperativo más que competitivo. Estamos viendo cómo. Ya hay ciudades que han mostrado su interés en organizar el siguiente. Se trata de escogerla de manera que todos veamos claro que una puede hacerlo en una fecha y que otra no es competidora y que estará más preparada para convocarlo más tarde. Mejor este sistema que uno de selección pura al estilo del COI, que, al tiempo que proclama, excluye. No sé si puede hacerse de otra manera, pero vale la pena intentarlo.
P.
¿Y cuál será el legado para Barcelona?
R. El Fórum tiene dos componentes locales y uno global. El legado número uno es el impacto en los ciudadanos. Y lo defino como local porque el 80% de los visitantes serán del entorno de unos 800 kilómetros alrededor de la ciudad. No es un legado trivial. Y es buscado. Se trata de que se sienta cuestionado en sus hábitos de vida. El segundo legado es aprovechar el acontecimiento para incrementar la visibilidad internacional de Barcelona como ciudad vinculada a la cultura. El legado internacional es un regalo al mundo. Barcelona crea un acontecimiento que echa raíces.
P. ¿El capítulo presupuestario está controlado?
R. Sí. 343 millones de euros, de los que las tres administraciones aportan un 20% cada una. Otro 20% lo cubren los patrocinadores y el otro 20% procede de los ingresos del propio Fórum. Ahora tenemos cubierto el 80% de este presupuesto. La venta de entradas está funcionando bien, ya hemos vendido más de 700.000, en un país sin tradición de compra anticipada, lo que nos asegura cerca de millón y medio de visitas antes de abrir el recinto.
P. A pesar de todo, hay colectivos que están en contra de esta manifestación.
R. Hemos dado información a todos los que nos la han solicitado. Hemos tenido encuentros cordiales con la asociación de vecinos. A pesar de ello, hay personas que optan por no querer participar. Hemos de aceptar con pesar su decisión, pero hemos de respetar la libertad y la discrepancia.
P. El mensaje central del Fórum (paz, sostenibilidad, diversidad) supone una carga simbólica adicional. Los Estados, a diferencia de una Expo, no participan. Los diálogos son encuentros entre expertos y ciudadanos. Puede resultar melancólico y frustrante no tener instrumentos para intervenir políticamente.
R. Pues lo sentimos mucho. Lo hemos dicho, el Fórum no es un acontecimiento político ni quiere serlo. Es cultural. La cultura tiene una fuerza, la que tiene: elaborar teoría, praxis. Discutir entre visiones distintas sobre las dificultades y cómo superarlas es positivo. No es una cumbre para tomar decisiones. Otra cosa es que los diálogos sean capaces de vehicular sus reflexiones hacia instancias ejecutivas.
P. Al mismo tiempo, es una cita de masas, una fiesta.
R. Una de las características del Fórum es que es un acontecimiento que invita a vivirlo. Además de los diálogos, con la importancia que tiene la palabra, la comunicación también se produce por otras vías. El Fórum también promueve la comunicación a través de los sentimientos -el festival-, el contacto directo, la plaza... Los humanos nos comunicamos con más facilidad en un ambiente lúdico que en otro de miedo. El Fórum es un experimento de comunicación.
P. Uno de estos visitantes, entre la ironía y el aplauso, comentó que lo veía como una fiesta de la buena fe.
R. Me parece una definición bonita. El Fórum tiene un punto de ingenuidad, de utopía.
P. El Fórum llega después del 11-M, ¿cómo estará presente?
R. Vamos a tirar hacia delante. No podemos plegarnos a la amenaza terrorista. Dicho esto, lo debemos celebrar con todas las medidas de prudencia que hagan falta y pedir comprensión al público por ello. En este aspecto, una sociedad desarrollada y democrática es más débil.
Por otra parte, en los debates, la tragedia del 11-M estará muy presente.
P. El Fórum, a pesar de que habla de paz, no se pronunció contra la guerra de Irak
R. No lo admito. La organización permitió a todos sus miembros manifestarse. El Fórum, entendido como la reunión de quienes vengan, no estaba celebrándose y no podía manifestarse. Y el Consejo de Gobierno hizo una declaración aprobada por dos tercios del mismo.
Babelia
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