Más preservativos y menos 'marcha atrás'
Varios expertos advierten de la práctica extendida del coito interrumpido entre los adolescentes y el bajo empleo del condón
La protección frente a enfermedades de trasmisión sexual o embarazos no deseados entre adolescentes se encuentra en un punto dramático. Así lo dejaron patente ayer el profesor titular de obstetricia y ginecología de la Facultad de Medicina de Valencia y especialista del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), Vicente Serra, y la ginecóloga del Hospital Doctor Peset María Sánchez, que presentaron un informe del Colegio de Médicos de Valencia referido a la situación actual de la anticoncepción.
Buena parte de culpa del desalentador escenario que dibujaron ayer estos dos especialistas es el abusivo uso de la llamada marcha atrás, o coito interrumpido, una fórmula que no protege frente a enfermedades ni garantiza que no se fecundará el óvulo. Sin embargo, los jóvenes la prefieren antes que emplear el preservativo. Los dos especialistas conicidieron en señalar que aunque a los chavales les llega mucha información "no la digieren bien" y se encuentran muy expuestos debido al abuso de estas prácticas.
¿Por qué se ha llegado a esta situación? Serra explicó que el empleo del condón ha descendido de forma paralela a la pérdida del miedo que existía de contraer el sida. El terror a contagiarse de una enfermedad que era sinónimo de muerte se ha matizado por la conciencia de que el sida prácticamente es un mal crónico, lo que es una verdad a medias. A ello se añade, según Serra, la existencia de la píldora del día después, un recurso que debería limitarse a "situaciones de emergencia y no como algo habitual" ya que no se trata de un anticonceptivo. De hecho, destacó que cerca del 20% de las mujeres que han recurrido a este fármaco desde que comenzó a ser comercializado en 2001, tenían menos de 17 años de edad.
El informe del Colegio de Médicos subraya que se continúa identificando la anticoncepción con un problema femenino, ya que los hombres apenas acuden a las consultas de planificación familiar para informarse sobre métodos anticonceptivos masculinos. Menos aún sobre la píldora masculina, que no será comercializada hasta dentro de cuatro o cinco años. Entre la población total, un 24,2 % de los españoles asegura que no utiliza ningún método anticonceptivo cuando tiene relaciones sexuales, un 30,9% usa el preservativo, el 22,6 % la píldora anticonceptiva y el 6,4% el coito interrumpido.
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