Proyectiles a gogó
La personificación viviente del mal deberá ser vencida por cuarta y última vez en la despedida de este clásico de los juegos de acción
"Gracias por disparar", con esta peculiar frase se despide el equipo japonés Irem de R-Type, una serie con 17 años a sus espaldas. Y es que en este mundo de naves y monstruos finales no se puede dejar de disparar. Heredero de los primeros matamarcianos con desplazamiento horizontal del escenario, R-Type lleva al límite esta técnica, con escenarios, naves y enemigos en tres dimensiones, y un sinfín de armas láser, rayos de energía y misiles inteligentes.
Al parecer ya no se puede mejorar lo presente, motivo por el cual Irem ha decidido producir el cuarto y último capítulo de la guerra contra el Bydo. El Bydo es la personificación viviente del mal, un arma construida a partir de la capacidad de autoclonación del ADN, capaz de interferir en el pensamiento humano e incluso consumirlo.
R-Type Final
Desarrolla: Irem
Distribuye: Proein
Plataforma: Play Station 2
Género: Acción
Edad recomendada: Más de 3 años
Precio: 40 euros
Internet: www.irem.co.jp/official/rfinal/
Quienes en su día se dejaron la paga semanal, de cinco en cinco duros, en las máquinas recreativas, golpeando frenéticamente el botón de disparo en clásicos como Gradius, 1942, Xenon o el propio R-Type, redescubrirán esa sensación de concentración permanente que impide incluso percatarse del paso del tiempo. Este género de diversión a base de acribillar todo lo que aparezca en pantalla era lo más popular en 1987, año en que fue lanzado el primer título de esta serie; sin embargo, ahora se ha convertido en un entretenimiento minoritario, en parte por la escasez de títulos y por el tremendo empuje de géneros con la acción en primera persona, representado por juegos como Quake y Counter Strike.
La secuencia es la siguiente: el jugador empieza con una nave y un ineficaz rayo láser que se desplaza de izquierda a derecha; el espectacular escenario que desfila por el fondo de la pantalla no debe depistar al piloto, que ha de concentrarse en disparar a enemigos de todo tipo, que llegan de dos en dos, en escuadrones de ocho, formando un gusano o por sorpresa desde atrás, hasta el final del recorrido, donde le espera el famoso monstruo de final de fase. Es muy difícil acabar con este enemigo final, pero sus ataques siempre siguen una pauta que si se estudia permite desarrollar una estrategia, normalmente repetitiva, que acaba con la destrucción del monstruo y el acceso al siguiente nivel.
Además los R-Type comparten un enfrentamiento con el crucero estelar de los Bydo al final de la tercera fase. Todo un clásico que muestra su versión más espectacular en esta entrega, con una nave tridimensional inmensa con efectos de brillo, reflexiones, iluminación dinámica y explosiones que inundan toda la pantalla.
Afortunadamente para el jugador, el láser con el que arranca su aventura ve multiplicadas sus posibilidades gracias a las mejoras que dejan algunos enemigos al morir, las cuales pueden ser recogidas por la nave. Son acumulables, así que se puede completar la capacidad ofensiva añadiendo misiles, disparos de láser en todas direcciones y un potente haz de energía que se carga manteniendo el botón pulsado durante unos segundos. Acaban saliendo tantos rayos en todas direcciones que entre los de la propia nave y los de los enemigos parece la traca final de unos fuegos artificiales.
El reto no sólo consiste en acabar la misión, sino que hay que conseguir la mayor puntuación en todos los niveles. Pero para permitir jugar una y otra vez se han añadido nuevos modelos de caza, cada uno con armamento específico, con lo que la vida del producto se alarga considerablemente.
El título incorpora una completa Bydoteca donde consultar el origen y la capacidad destructiva de cada enemigo, un hangar interactivo en el que descubrir las posibilidades de cada caza y una especie de álbum de cromos que se va completando automáticamente con espectaculares dibujos de los combates a medida que se avanza en la aventura. Los amantes de la estadística cuentan con el apartado Crónicas de la guerra, donde se recogen todos los datos de los enfrentamientos, desde el tiempo de juego a la energía de onda empleada, pasando por el recuento de victorias y el número de enemigos abatidos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.