Alerta por la lluvia, que aguó el final de fiesta en Jerez y Sevilla
Protección Civil activó ayer la alerta por fuertes lluvias en Andalucía, donde las precipitaciones contribuyeron a causar atascos de cinco horas a la salida del Gran Premio de España de Motociclismo, que se celebró en Jerez, y marcó el final de la Feria de Abril de Sevilla.
Según informaron fuentes de Protección Civil en Andalucía, las precipitaciones pudieron superar en algunos puntos de las provincias de Huelva, Sevilla y Córdoba los 80 litros por metro cuadrado en 12 horas. En Cádiz, además de las intensas lluvias, se registraron rachas de viento que rondaron 90 kilómetros por hora. Según la misma fuente, en las provincias de Málaga y Granada se produjeron también rachas fuertes de viento que pudieron alcanzar los 80 kilómetros por hora.
Una de las situaciones más caóticas se vivió en Jerez. Miles de personas se vieron atrapadas, algunas durante más de cinco horas, en los aparcamientos y accesos del circuito de Jerez tras la finalización del Gran Premio de España de Motociclismo. Unos 4.000 vehículos quedaron atascados en la zona de estacionamiento más cercana al trazado, convertida en un barrizal por el tremendo aguacero caído durante toda la jornada. La situación hizo necesario el envío de tractores por parte del Ayuntamiento de Jerez, además de la ayuda de numerosos agentes de la Guardia Civil, para sacar del fango a los coches más afectados.
Atascos en el circuito
La lluvia hizo que muchos aficionados cambiaran la moto por el coche a la hora de asistir al circuito, lo que multiplicó el tráfico y las retenciones en la carretera A-382, Jerez-Arcos, la principal vía de comunicación con el circuito, que aún estaba colapsada pasadas las siete de la tarde, cuatro horas después de la finalización de las carreras. Según los datos ofrecidos por el circuito de Jerez, casi 125.000 personas presenciaron ayer en directo esta prueba del Mundial de Motociclismo.
La Feria de Abril de Sevilla acabó anoche y su final se vio marcado por la lluvia. Fuegos artificiales y el apagado de las 372.000 bombillas que, desde el pasado lunes por la noche, han alumbrado el Real, dieron fin a una fiesta deslucida por la aparición de la lluvia, amenazante casi toda la semana y que, tras descargar ayer con fuerza, obligó a suspender las dos corridas programadas.
En la 157 edición de la Feria se ha palpado que ha habido menos bulla en el recinto ferial por la menor afluencia de personas. Esta circunstancia ha estado motivada por el tiempo desapacible y la presencia intermitente de la lluvia desde el miércoles.
Sin embargo, el concejal de Fiestas Mayores de la capital, Gonzalo Crespo, aseguró ayer que la afluencia ha sido muy similar a la de ediciones anteriores y atribuyó la sensación de una menor presencia de público a que "la gente se ha repartido mejor que otros años", lo que ha evitado concentraciones en días concretos.
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