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Crítica:LIBROS
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Un esfuerzo histórico de setenta años

Jesús Mota

En los ambientes académicos es bien conocida la ausencia de series estadísticas o simples cifras de evolución de la economía española durante los primeros años del siglo. También es conocida la importancia de analizar las series económicas de los años 40 y 50 para entender la estructura de la economía actual. Al fin y al cabo, si la economía tiene una base objetiva debe ser la comparación estadística sobre la cual pueden inferirse las condiciones económicas de una sociedad.

Julio Alcaide parece haber asumido la tarea ciclópea de reconstruir el aparato estadístico español de este siglo y profundizar en las cifras -esto es, casi en los hechos- de la economía provincial y regional. Sus trabajos al respecto gozan de reconocimiento generalizado. Una buena muestra de su capacidad de trabajo y de su obsesión es precisamente este texto editado por la Fundación BBVA sobre la evolución económica de las regiones y provincias españolas durante el siglo pasado. El análisis, sintético pero exhaustivo, recorre las variables económicas relevantes -población, Valor Añadido Bruto, PIB e indicadores de convergencia con Europa- que consiguen dar una imagen fiel de casi cien años de economía regional, analizada por décadas y por Comunidades Autónomas o regiones.

Evolución económica de las regiones y provincias españolas en el siglo XX

Julio Alcaide Inchausti

Fundación BBVA

ISBN 84-95163-81-0

Cuando se analiza la economía desde 70 años de distancia muchos perfiles bruscos que parecían importantes desaparecen y sólo quedan hechos que reflejan el esfuerzo social o los fenómenos de largo alcance. Por ejemplo, que la sociedad catalana consiguió que su índice de convergencia con Europa creciera más de 21 puntos en siete décadas y que ahora esté situado en el 106,2% de la media europea; que en el mismo plazo la sociedad vasca, a pesar de todo, haya aumentado en más de 12 puntos el citado indicador y ahora esté en el 100,2%(hecho que no oculta el deterioro relativo con el resto de la economía española); o la dramática pérdida de población de Extremadura, puesto que, frente a un crecimiento de la población española del 72% en los setenta años, la región ha perdido el 5%.

Pero, fuera de algunos cambios significativos apreciables desde esa perspectiva histórica, Alcaide comprueba el peso decisivo de la inercia en la estructura económica española. El autor comprueba que permanece el alto desarrollo relativo de Cataluña, Baleares, Madrid, Navarra y la Rioja; la posición intermedia de Valencia, Aragón, Cantabria, Canarias y Castilla-León y el bajo nivel de Murcia, Galicia, Castilla-La Mancha, Andalucía y Extremadura; y un hecho convertido casi en axiomático, que las regiones con mayores crecimientos en el periodo 1930-2000 coinciden con las de mayor población.

El texto de Alcaide tiene el inocultable valor de las aportaciones estadísticas. Pero el libro, plagado de cifras (cuenta con un anexo estadístico de 390 páginas), incluye también reflexiones sorprendentes para el lector por su aparente heterodoxia. Por ejemplo, Alcaide sostiene que la crisis económica española registrada en el periodo 1975-1985 no fue debida al shock del petróleo, sino a una "crisis social" fundamentada en el conflicto entre las empresas y los trabajadores. En opinión de Alcaide, las demandas sociales durante aquella etapa inicial de la democracia habrían disparado los costes salariales, con el consiguiente desbordamiento de los precios.

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