El perdón a Figo no fue unánime
Uno de los tres miembros de Apelación votó en contra de que le quitaran la tarjeta al madridista
El perdón al madridista Figo no fue unánime. Uno de los tres jueces del Comité de Apelación, el catalán Joaquim Borrell, votó en contra de que al jugador portugués le fuera anulada la segunda tarjeta amarilla que comportó su expulsión en el Real Madrid-Barça (1-2) del domingo y que si se hubiera mantenido le habría impedido jugar hoy. Es la primera vez en esta temporada que este Comité no adopta un acuerdo por unanimidad. Borrell hizo constar en acta su desacuerdo con la decisión.
Este integrante del Comité considera que la entrada de Figo a Puyol supuso un importe riesgo físico para el jugador del Barça, con independencia de que le tocara o no en la pierna. De hecho, Puyol resultó lesionado en la jugada y deberá permanecer de baja al menos tres semanas. En consecuencia, Borrell cataloga la acción de juego peligroso y considera que la decisión arbitral fue correcta.
El Comité de Apelación, la segunda instancia de la justicia deportiva, está formado por tres personas especializadas en derecho. Su presidente es un magistrado jubilado del Tribunal Supremo, José Mateo Díaz, nombrado a propuesta de la Federación Española. La Liga Profesional propuso a Enrique Arnaldo, mientras el tercero debe ser consensuado entre ambos organismos. En el caso de que no exista acuerdo, el que nunca hubo hasta ahora, es el Consejo Superior de Deportes el que le nombra, y así hizo con Joaquim Borrell.
El perdón a Figo, que hoy podrá disputar con su equipo uno de los encuentros más relevantes para decidir el título de campeón de Liga, el que juega frente al Deportivo, ha levantado ampollas en el valencianismo. El Valencia, a falta de cuatro jornadas, es el líder con un punto de ventaja sobre el Madrid. Los dirigentes valencianistas intentaron remediar una situación que consideran injusta y ayer pidieron al Comité Español de Disciplina Deportiva (CEDD), que suspendiese, de forma cautelar, el acuerdo de Apelación sobre Figo. Ampliaron esa solicitud, además, sobre Benjamín y Varela, jugadores del Betis, equipo con el que se enfrenta mañana el Valencia, pese a que el martes fueron sancionados con dos y un partido, respectivamente. Apelación le concedió la suspensión cautelar a Benjamín y a Varela le anuló la tarjeta que suponía un encuentro de suspensión.
El Valencia se queja a Villar
Pero el CEDD rechazó la petición del Valencia. Puso en duda su legitimación en el caso, "ya que no fue el club competidor en ninguno de los dos encuentros en los que se produjeron las incidencias". El CEDD, además, valora que las peticiones del Valencia suponen "no tanto la suspensión de ejecución de sanciones, como medida cautelar, sino la imposición anticipada de sanciones no impuestas en la vía federativa, lo que supondría una medida cautelar positiva que resulta imposible conceder".
El vicepresidente del Valencia, su ex presidente Pedro Cortés, por otro lado, se reunió ayer en Madrid con el presidente de la Federación Española, Ángel María Villar, para expresarle su "tremendo malestar" por el "agravio comparativo" hacia su club. "Le hemos dicho todo lo que teníamos que decir, incluso fuera de tono", reconoció Cortés, que también es directivo de Villar y delegado de la selección española de fútbol. "Si lo de Figo no es nada, puede pasar de todo en un campo. Apelación debe saber mucho de derecho, pero poco de fútbol. Nos quieren quitar el derecho de soñar, pero vamos a defender lo nuestro. No lloramos, pedimos lo que es justo", añadió.
El entrenador del Valencia, Rafa Benítez, calificó la decisión de "sorprendente" y aseguró que los árbitros "no estarán muy contentos". En A Coruña, el entrenador del Deportivo, Javier Irureta, mostró su sorpresa por la "contradicción entre las imágenes, la sanción y lo que dice Puyol". Tampoco en Barcelona se entiende el perdón a Figo. Saviola incidió en que el gran perjudicado ha sido su compañero Puyol. "Lo padecemos por él, que se lesionó en esa acción y es un jugador importante para nosotros", indicó.
El árbitro cántabro Pérez Burrull, que mostró a Figo la tarjeta, eludió avivar la polémica. "Tengo mi opinión desde septiembre, pero no la haré pública ahora.
Hace mucho que dejó de sorprenderme el mundo del fútbol, pero veo cosas que son increíbles. Las imágenes están ahí", comentó el colegiado.
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