Riazor alardea de banquillo
De los 11 jugadores menos usados, el Depor tiene ocho internacionales, y el Madrid, tres
"Ningún futbolista del Madrid tiene más ganas de jugar este partido que yo". Las palabras de Djalminha sonaron ayer a algo más que retórica. Si varios jugadores del Deportivo han confesado su escaso interés por el encuentro de esta noche ante el Madrid, tres días antes del crucial duelo ante el Oporto, hay otros futbolistas de la plantilla que vivirán el choque de hoy como la gran oportunidad para redimirse. Es gente que ha jugado muy poco, que está ávida de fútbol y que, de repente, se encontrará cargando con el peso del equipo en un encuentro al que apuntan muchos focos, porque el rival es el Madrid y, al contrario que el Depor, se juega en Riazor casi toda la temporada. La de hoy será la noche de los desheredados, de los que acumulan tardes de banquillo. Pero los suplentes del Depor no son pavones recién salidos de Segunda B, sino gente como Djalminha, Munitis o Tristán.
La profundidad del banquillo es la principal diferencia entre el Madrid y el Deportivo. Entre los 11 jugadores menos utilizados, el Madrid tiene a tres internacionales absolutos. El Depor, a ocho.
En la alineación que Javier Irureta ha insinuado para esta noche sólo habrá tres futbolistas que parecen disponer de un puesto seguro en el partido contra el Oporto: Molina, César y Sergio. De los ocho restantes tampoco se puede decir que sean una cuadrilla de meritorios. Estarán Andrade y Mauro Silva, que no jugarán la semifinal de la Liga de Campeones por estar sancionados. El lateral izquierdo lo cubrirá Capdevila. Tristán, definitivamente desplazado por Pandiani, también tendrá la enésima ocasión para proseguir esa infructuosa búsqueda de sí mismo que dura ya año y medio. Y reaparecerá Scaloni.
Por encima de todos ellos, hay dos futbolistas que acaparan la atención. Uno es Djalminha. El brasileño siempre ha presumido de ser un futbolista para grandes partidos, y hace muchísimos meses que no dispone de uno tan grande como el de hoy. Lo mismo le pasa a Munitis, quien lleva toda la semana echando el resto en los entrenamientos para ponerse a punto tras una lesión. Y todo el mundo sabe que Munitis tiene cuentas pendientes con el Madrid, su ex equipo.
A todos los mencionados, les dirigió ayer Irureta un mensaje muy claro: "Los que se rompan la crisma contra el Madrid, podrían tener algún papel en el partido del martes. Y el que no, no tendrá ninguna posibilidad".
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