Tarragona retirará casi todas las vallas publicitarias antes de final de año

Las docenas de vallas publicitarias que saludan a los conductores que llegan a la ciudad de Tarragona por cualquiera de sus entradas tienen los días contados. Ésta es una de las zonas donde el Ayuntamiento tarraconense comenzará los próximos días a aplicar una nueva ordenanza aprobada el pasado mes de enero que supondrá la eliminación del 95% de estos carteles en varias partes de la ciudad antes de finales de año, según anunció ayer el alcalde de Tarragona, el convergente Joan Miquel Nadal.

El consistorio quiere poner orden a la "situación de irregularidad" que existe en el sector, según el concejal de Servicios Públicos, Jordi Cendra (CiU), a través de una medida que favorecerá de paso la contemplación de los conjuntos monumentales de Tarragona, ya que quedará prohibida la instalación de vallas publicitarias en cualquier punto que dificulte su visión.

El conjunto patrimonial romano y medieval, concentrado en la Part Alta, por ejemplo, quedará libre de esta "contaminación visual", como la definió Nadal el día en que se aprobó la ordenanza. El primer teniente de alcalde, Francesc Ricomà, del PP, señaló ayer que tanto la normativa de tráfico como la "coherencia" de la actuación ante un legado cultural que es patrimonio de la humanidad desaconsejan la ubicación de estos paneles.

A partir de ahora, pues, las caras de los candidatos políticos durante los períodos electorales, los anuncios de automóviles y perfumes, así como la publicidad institucional, quedarán limitados a las calles comerciales y a los barrios residenciales.

El Ayuntamiento irá sustituyendo las vallas publicitarias por señalizaciones que indiquen los lugares de interés turístico y los conjuntos monumentales, así como carteles indicadores de la ubicación de los hoteles de la ciudad y los aparcamientos. Joan Miquel Nadal anunció ayer una inversión de 230.000 euros para este proceso de sustitución.

Mejorar la imagen

Esta nueva ordenanza forma parte de un conjunto de medidas con las que el consistorio pretende mejorar la imagen de la ciudad. Nadal anunció en otoño la contratación de varios detectives privados que se encargan de vigilar y denunciar varios tipos de actos de incivismo, como no recoger las defecaciones de los animales en lugares donde está prohibido dejarlas, o el uso indebido de contenedores, sobre todo por parte de cafeterías y restaurantes.

En la misma línea, el alcalde prometió elevar las sanciones económicas a aquellos que deliberadamente rompan algún elemento del mobiliario urbano o pinten las paredes. Según cálculos del propio consistorio, la ciudad de Tarragona destina anualmente unos 200.000 euros a reparar este tipo de actos vandálicos.

Por otra parte, el Ayuntamiento de Cerdanyola del Vallès retiró ayer una pancarta de Coca-Cola por considerar que se trata de una empresa promotora de la guerra de Irak. Operarios municipales procedieron a descolgar la pancarta gigante que la multinacional norteamericana tenía instalada en la fachada del Casal d'Esports de la ciudad.

El Ayuntamiento había solicitado en diversas ocasiones a la empresa adjudicataria del Casal la retirada de esta pancarta, después de que el alcalde se comprometiera a hacerlo a requerimiento de la Plataforma Aturem la Guerra, que ha denunciado la implicación de Coca Cola en la guerra de Irak.