La primavera musical se nutre de los más variados géneros y estilos

Calexico, Loquillo, Incubus, Rosana, OBK, Quique González, Sex Museum, The Christians, Pecos, Luar Na Lubre, Jerry González... La semana trae de todo y para todos, una buena noticia más que añadir a la luminosa primavera que por fin alegra a Madrid. Días de luz y esperanza con rock de actitud, soul, rumba y electrónica. Y entre tanto relumbrón, tiempo también para descubrir estrellas emergentes como Albertucho, Sasha Sokol o Pequeño Pécker.

- Derribo de fronteras. Entre California y México hay una ciudad llamada Calexico, y de ahí ha tomado el nombre el dúo formado por Joey Bums y John Covertino, dos músicos de Arizona que no dejan de experimentar con otros artistas afines. Tras dejar ambos Giant Sand, una formación seminal de lo que luego se llamó nueva música americana (es decir, country sin caspa), formaron Calexico en los noventa para juntar mariachi y electrónica, sonidos fronterizos de acordeón y trompetas, con violines, percusiones y sonidos digitales. Una gozosa y misteriosa mezcla que han plasmado en varios discos -el último, Feast of wire, justifica su concierto de hoy- y que les ha llevado recientemente a colaborar en el último trabajo de la granadina Amparanoia, Rebeldía con alegría, donde cantan con ella Don't leave my now.

Para actitud, la de Loquillo, que viene a Madrid con su reciente disco, Arte y ensayo. El espigado rockero catalán ha superado ya más de 25 años dedicado al rock and roll con una pose arrogante, pero llena de discurso y contenido. Superada su faceta de cantautor, luego la de crooner y olvidadas las maldades que de él dijo su antiguo colaborador y letrista Sabino Méndez en el libro Corre, rocker, Loquillo ha demostrado talento e inteligencia, además de una inquietud por entender estos tiempos difíciles recogidos en su faceta de escritor. Arte y ensayo le devuelve a la esencia del rock and roll, entendido ya desde la madurez y alejado del tono pandillero.

Quique González también derrocha actitud al atreverse a dejar una multinacional y editarse él mismo su último disco, Kamicaces enamorados, que presenta ahora a lo grande y con una gran banda. Valiente es también el granadino Jolis, un virtuoso guitarrista que ha dedicado Un siglo de amor a la figura del cantante belga-francés Jacques Brell.

- Más dureza. Pero si por duro se entiende más el sonido que la actitud, a Loquillo le superan esta semana Incubus o Sex Museum. Ambos grupos parten de la exuberancia de decibelios, pero se entiende mejor en Madrid -aunque canten en inglés- a Sex Museum, no en vano se han criado en Malasaña y han potenciado el sonido rockero del barrio. Duros y divertidos son también The Vines, que vienen desde Sidney a presentar su segundo disco, Winning days, un trabajo que muchos han calificado de decepcionante al compararse con la cantidad de piropos que recibió su debú. Por la aspereza también se mueve el blues rock de Red House, que esta semana hacen doblete entre el Honky, y el Festival LatinArte, que la Junta de Latina ha organizado para honrar al jazz latino. Sin embargo, el soul más elegante reaparece con The Christians, un grupo que gozó en Madrid de enorme popularidad a finales de los ochenta y de los que poco se ha sabido en los últimos años.

- Armas de mujer. La alicantina Esmeralda Grao por fin consigue editar su segundo disco, Exactamente igual que tú, donde se decanta más por las cadencias árabes y andaluzas. Su enorme talento como autora e intérprete está a punto de ser reconocido, algo que ya tiene conseguido la canaria Rosana. Su concierto es el plato fuerte de Canarias Crea, un proyecto que quiere mostrar en Madrid todo la riqueza cultural que tiene el archipiélago. A la mexicana Sasha Sokol se la intuye como la nueva revelación femenina para esta temporada. Pasa la semana en Calle 54 recreándose en la mexicanidad, como si una Chavela Vargas hubiera rejuvenecido de pronto unas cuantas décadas. Luar Na Lubre, el grupo gallego que mezcla tradición y modernidad, tiene al frente a una cantante de singular dulzura y misterio, y ahí puede radicar la clave de su éxito.

- Electricidad y fusiones. OBK son el ejemplo mejor llevado del techno comercial español. Madrid les recibe para presentar su Sonorama. La fusión árabe llega con Thalweg, un grupo formado con algunos de los músicos de la Orquesta Nacional de Bèrbes, la formación parisina integrada por artistas de la inmigración llegada del Magreb. Seydu, de Sierra Leona, pero afincado desde hace casi 20 años en Madrid, mezcla la tradición de la palm music de su país, con el pop aprendido aquí. Y fusión es también lo del trompetista Jerry González, un maestro del jazz latino. Albertucho se enreda con la rumba y la canción satírica, género que borda El Gran Wyoming, pero sin rumba.Hay que apostar por Pequeño Pécker, nueva mirada del pop blandito español, como supuso en los ochenta el de Pecos.