Fidalgo ofrece apoyo y diálogo a Zapatero

José María Fidalgo ofreció ayer al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "apoyo, comprensión, flexibilidad e inteligencia" para debatir y negociar las reformas que sean necesarias para promover "un crecimiento sostenible de la economía y del empleo". Previamente a la intervención que cerraba el congreso sindical, el líder de la central recibió una llamada de Zapatero, quien le pidió que transmitiese a los delegados "un saludo fraternal y una felicitación por el éxito" de sus trabajos.

El sindicalista, reelegido para un segundo mandato como secretario general de CC OO, hizo un claro llamamiento al diálogo social con el Gobierno y con los empresarios, pero omitió mensajes conciliadores hacia el interior de su organización. El 8º congreso de la central se cerró ayer sin resolver el conflicto entre la dirección y los dos sectores críticos, con las posiciones enquistadas y con un apoyo del 59% para el grupo de Fidalgo, del 23% para Agustín Moreno y del 18% para Rodolfo Benito. Unas discrepancias que han quedado reflejadas en los debates, abiertos en su integridad a la prensa, y que el líder sindical interpreta así: "Hemos exhibido nuestro pluralismo sin miedo a que sea interpretado como fractura o debilidad".

Moreno sostiene que su corriente será "determinante" en el futuro de la organización "por el peso y la representatividad" obtenidos y por la "derrota y el grave retroceso" de 12 puntos que ha sufrido la dirección debido a la quiebra con el grupo de Benito. El sector crítico también ha perdido 11 puntos desde que hace ocho años se constituyó en oposición en la etapa de Antonio Gutiérrez. Benito, por su parte, pidió que se abra un tiempo de "diálogo, debate y encuentro" entre las tres corrientes que conforman el sindicato.

Apoyo del 77% al programa

Pese a las peleas internas, el programa de acción para los próximos cuatro años fue respaldado por un 77,7% de los votos emitidos. En él se marca un firme compromiso para lograr "empleo estable, seguro y con derechos", así como para la "regeneración del aparato productivo, la modernización del tejido empresarial y el respeto a los derechos ambientales".

También se da un voto de confianza a la dirección para que discuta sin condiciones previas la renovación del Pacto de Toledo sobre pensiones. Resoluciones que, según Fidalgo, "nos comprometen a todos". Su predisposición al diálogo tiene estos límites: "Demostraremos nuestra voluntad y capacidad de movilización si se intenta recortar derechos, imponer condiciones de trabajo indignas o violar las reglas del Estado social".