Un juzgado de Valencia ordena clausurar la planta de residuos urbanos de Ador

El juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Valencia ha ordenado la "inmediata clausura" de la planta de tratamiento de residuos sólidos urbanos de Ador. El juzgado admite el recurso presentado por el Ayuntamiento de Palma de Gandia, ubicado a unos 1.400 metros, que exigió a Ador que cesara la actividad de las instalaciones, para evitar la persistencia de malos olores y los vertidos de lixiviados que genera la planta.

El Consistorio de Palma, dirigido por el socialista Joan Sapena, advertía además que la fábrica de compostaje carece de licencia de apertura y funcionamiento; y que su actividad es "un auténtico foco de contaminación que provoca continuos y graves daños al entorno medioambiental". Una queja a la que se suman el resto de municipios próximos.

El juzgado ha dado la razón a Palma de Gandia y admite que la fábrica "está funcionando en condiciones y circunstancias de ilegalidad". Cita la falta de licencias y que las actuales instalaciones no corresponden al proyecto original. Además, considera que la plataforma de compost "se halla sin solera, ni recogida de lixiviados", que son desviados a un barranco. De ello hay constancia de denuncias del Seprona, de la Confederación Hidrográfica del Júcar y del Síndic de Greuges, "que no han servido para que el Ayuntamiento de Ador, la Diputación de Valencia (propietaria de la planta) y la Consejería de Medio Ambiente hayan impedido su funcionamiento".