Mas afirma que la Constitución no debe ser un "corsé" para el Estatuto

El líder parlamentario de Convergència i Unió (CiU), Artur Mas, opinó ayer que la Constitución no debe ser un "corsé" para la redacción del nuevo Estatuto catalán ni tampoco la actual composición del Congreso. Mas aseguró que el Parlament sólo ha de preocuparse de aprobar un Estatuto lo más ambicioso posible y después "escoger y analizar bien los caminos para conseguirlo". En este sentido, Mas advirtió de que en la ponencia parlamentaria CiU "ni hará la pelota al PP" ni tampoco pondrá las "cosas fáciles al PSOE".

Mas escogió la víspera de Sant Jordi y el Palau de la Música para exponer los puntos "irrenunciables" que, a juicio de CiU, debe incorporar el nuevo Estatuto. Unas reivindicaciones que, en su mayoría, coinciden con las planteadas por los tres partidos del Gobierno catalán y que, según los expertos, caben en la Constitución. Pese a esta circunstancia, el líder de la oposición afirmó: "No lo centremos todo en si la propuesta de Estatuto que salga de Cataluña encaja o no en la Constitución (...) Por una vez no nos pongamos el corsé de hasta dónde pensamos que nos dejarán llegar. En una palabra, digamos lo que queremos y después analicemos y escojamos los caminos para conseguirlo".

Ante unas 600 personas y la plana mayor del partido, Artur Mas presentó a CiU como la única formación capaz de conseguir el máximo autogobierno para Cataluña no sólo por "convicción" sino también por su fuerza "determinante" en el Parlament. Incluso, añadió, a riesgo de que CiU "quede aislada" en la Cámara y el resto de partidos llamen a sus diputados "nacionalistas radicales". "No lo somos", proclamó, "somos radicalmente nacionalistas". Mas advirtió a los socialistas de que no utilicen al PP como "caballo de troya para aguar, desdibujar y recortar las legítimas" aspiraciones de Cataluña.

Entre los puntos ineludibles para CiU del nuevo Estatuto figuran el reconocimiento de Cataluña como nación; un sistema de financiación basado en el concierto económico; que la Generalitat sea administración única; relaciones bilaterales entre los gobiernos catalán y central, y la participación en los órganos e instituciones generales del Estado.