"Nuestra meta es un robot con el que se pueda convivir"
A simo (acrónimo de Advanced Step in Innovative Mobility) es uno de los robots humanoides más avanzados del mundo. En su carcasa de magnesio y resinas, se esconde un compendio de tecnologías que integran en un cuerpo similar a un pequeño astronauta lo último en electromecánica, robótica, visión e inteligencia artificiales. El japonés Kenichi Ogawa, director jefe de la división de I+D de Honda, en su país, rige los destinos de esta máquina desde 1993, logrando que el robot se mueva de forma humana y empiece a responder a órdenes simples. Aunque queda lejos el momento en que estos humanoides se paseen por los hogares, Ogawa está convencido de que nuestros ojos lo verán. "Pronto habrá mercado para los humanoides", asegura. Asimo se presentó en España en el Museo de la Ciencia de la Fundación La Caixa (Barcelona).
"No queremos construir seres humanos mecánicos, sino herramientas"
Pregunt
a: ¿Qué pretende Honda con Asimo?
Respuesta: Nuestra meta es construir un robot con el que podamos convivir en nuestra vida normal. De ahí su apariencia, su tamaño y sus prestaciones.
P. ¿Tan importante es que un robot se parezca a un humano?
R. Cuando se trata de prestar ayuda en un entorno doméstico, la apariencia amigable de una máquina facilita mucho la interacción y su aceptación. A una persona mayor o con discapacidades físicas le resulta más fácil dar órdenes a alguien que le recuerda a un asistente que no a una máquina impersonalizada.
P. ¿Qué tiene que ver el tamaño?
R. Asimo mide 120 centímetros y pesa 52 kilos. Es más o menos la altura de una persona sentada. Sus brazos alcanzan sin dificultad el interruptor de la luz o permiten asistir a alguien que está echado en la cama. Optar por este tamaño fue una decisión estratégica de Honda.
P. Tal vez la decisión estratégica fue apostar por robots humanoides.
R. En los primeros años ochenta los humanoides llegaron a ser muy populares entre los estudiantes de mi país, pero la idea no llegó a cuajar por su enorme complejidad tecnológica, pero el reto estaba ahí.
P. ¿Y es práctico hoy Asimo?
R. Ahora mismo es como un niño en edad preescolar. Anda, baila, sube y baja escaleras, sortea obstáculos, saluda y responde a unas pocas órdenes. Atiende a unas 50 solicitudes y saludos diferentes y responde a 30 instrucciones simples en forma de órdenes orales o visuales. Es lo que dan de sí 26 grados de libertad combinados con los actuales sistemas de visión artificial, reconocimiento de voz y circuitos basados en inteligencia artificial.
P. ¿Qué podrá hacer cuando alcance la mayoría de edad?
R. Nuestro objetivo es que pueda operar en entornos de vida típicamente humana. Para ello estamos trabajando en sistemas que permitan a Asimo reconocer escenas y actuar de acuerdo a su contenido y ser capaz de discriminar sonidos, entre ruido y voz. También queremos que sea capaz de identificar mejor órdenes gestuales, voces específicas e incluso caras, no sólo contornos. Por lo demás, se trata de ganar en agilidad, equilibrio, rapidez y sobre todo autonomía, tanto en capacidad de decisión como de actuación. Hoy sus baterías aguantan apenas media hora.
P. ¿"Entornos humanos" implica actividades peligrosas, industriales o de entretenimiento?
R. Asimo no está concebido ni como un juguete ni para desactivar bombas, ni para convertirse en un operario o estar en una cadena de ensamblaje. Hay otras máquinas más eficaces y adecuadas para eso. Nuestra intención es mejorar el robot, y cuanto más humanoide sea, mejor. Si en su desarrollo caen conceptos o innovaciones de interés industrial, mucho mejor. Algo así podría suceder en el sector de automoción, pero no voy a decir qué por secreto de empresa.
P. ¿Qué significa más humanoide?
R. Como decía, mejorar su aspecto externo, así como sus prestaciones y autonomía para que pueda interactuar en cualquier ambiente y momento. Eso significa dotarle de más inteligencia artificial e informática para aumentar su capacidad de percepción del entorno e insistir en sus niveles sensoriales, tanto reactivos, esenciales para mantener el equilibrio y andar, como deliberativos, los necesarios para definir una estrategia acorde con el ambiente.
P. ¿Y qué es lo más humano de este robot?
R. Asimo no será nunca una persona, no queremos construir seres humanos mecánicos, sino herramientas de ayuda. En cualquier caso, todo robot humanoide, además de sus propiedades inteligentes, debe sostenerse sobre dos piernas y moverse igual que una persona. Asimo responde a lo que llamamos movimiento 4D, es decir, desplazamiento tridimensional en el tiempo. Nuestro modelo reproduce con precisión algunos de los aspectos fundamentales de esta acción, como fuerza, postura, equilibrio, inclinación, fuerza de reacción o el movimiento propiamente dicho.
P. ¿Hay un mercado para este tipo de productos a corto plazo?
R. Aunque hoy no hay mercado para Asimo en Europa, en Japón podría ser distinto. Hemos iniciado un estudio de mercado. Y mientras, Honda cede algunos de sus 26 Asimo a empresas para tareas promocionales. Cuesta unos 150.000 euros por año.
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