La dosificación personalizada consigue un cumplimiento terapéutico del 99%

El apoyo del farmacéutico a los pacientes polimedicados puede resultar de gran eficacia para evitar que éstos incumplan el tratamiento farmacológico prescrito por su médico. Así lo están demostrando las 300 oficinas de farmacia de la provincia de Barcelona que ofrecen a unos 2.000 pacientes un sistema individualizado de dosificación de los medicamentos que necesitan tomar. El 99% de los enfermos acogidos al plan han logrado un riguroso cumplimento del tratamiento, según los resultados de un estudio realizado por el Colegio de Farmacéuticos de Barcelona conjuntamente con los ambulatorios de Mataró (Barcelona).

Algunos estudios apuntan que casi la mitad de los enfermos, especialmente los ancianos que se medican por varias enfermedades, no siguen correctamente la terapia farmacológica prescrita por su médico, ya sea porque se olvidan de tomar algunos de los medicamentos o porque se confunden con los horarios o las dosis de las tomas. El incumplimiento de la terapia impide que estos pacientes se curen o retrasa su recuperación, lo que redunda en un mayor gasto sanitario.

300 farmacias de Barcelona ayudan a 2.000 pacientes a seguir la pauta terapéutica

Pensando fundamentalmente en este tipo de pacientes, el Colegio de Farmacéuticos de Barcelona puso en marcha en 2001 un programa, al que ya se han sumado 300 oficinas de farmacia de toda la provincia, para ofrecer a los pacientes que lo deseen un envase personalizado con las pastillas que han de ingerir diariamente y con información sobre los horarios fijados para cada toma. El farmacéutico, de acuerdo con las directrices dictadas por el médico que lleva al paciente, prepara cada semana el envase correspondiente, lo que le permite mantener un contacto regular con el enfermo.

El primer estudio que ha permitido evaluar la experiencia ha arrojado datos muy esperanzadores: durante medio año se siguió a medio centenar de pacientes del área del Maresme que se acogieron al plan en sus respectivas farmacias. Casi la totalidad de los enfermos (el 99%) lograron un seguimiento estricto del tratamiento, por muy complicado que fuera. "La tasa es espectacularmente alta, sobre todo si se tiene en cuenta que España es uno de los países de Europa con los índices de seguimiento terapéutico más bajos", destaca la vicepresidenta del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona, M. Teresa Bassons.

El estudio, coordinado por el farmacéutico Benet Fité y realizado conjuntamente con los ambulatorios de Mataró a los que estaban adscritos los pacientes, ha demostrado que la experiencia no sólo satisface a los usuarios, que incrementan su calidad de vida y se sienten más seguros, sino también a los médicos, que tienen mayores garantías de que el tratamiento que prescriben es seguido correctamente. Una de las pacientes que se están beneficiando de esta experiencia con resultados positivos es Ignacia Cubilla, una paciente de 51 años con polipatología psiquiátrica e hipertensión. Ignacia tiene que tomar un mínimo de 13 pastillas al día, además de un inhalador y varios sobres. En varias ocasiones Ignacia se había desvanecido en plena calle porque había tomado alguna pastilla de más, ingiriendo dosis que resultaban tóxicas. Ahora, cada sábado acude a su farmacia y recoge el envase con los comprimidos distribuidos de tal forma que evitan cualquier confusión. "Al seguir correctamente el tratamiento, me encuentro mejor, y sobre todo estoy mucho más tranquila", asegura Ignacia.

El contacto regular del farmacéutico con el paciente ha permitido detectar, además, reacciones adversas del tratamiento, interacciones con otros medicamentos que pueda haber tomado el enfermo o ineficacia de la terapia. "En estos casos, el responsable de la oficina de farmacia informa inmediatamente al médico", explica Bassons.

El Colegio de Farmacéuticos de Barcelona ha elaborado un protocolo que deben seguir las farmacias adheridas al proyecto y que prevé, entre otros aspectos, que los médicos sean informados de que su paciente se está beneficiando de este sistema de dosificación individualizada y que faciliten al farmacéutico la información médica y terapéutica necesaria sobre el enfermo.

Los profesionales de estos establecimientos han de realizar un curso formativo antes de ofrecer esta prestación. "Todo ello garantiza la corresponsabilidad del farmacéutico en el seguimiento de los usuarios que se acogen al plan", señala Bassons.