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Patrimonio ve difícil prohibir el polémico proyecto de Peratallada

SOS Empordanet denuncia la construcción de casas ante la muralla

La polémica surgida en torno al proyecto de cuatro casas adosadas de tres alturas ante la muralla de la plaza del Castell de Peratallada, en Forallac (Baix Empordà), marca un punto de inflexión en los criterios de la comisión territorial de Patrimonio de Girona. El proyecto de Peratallada se encuentra en la encrucijada: podría ser el último de una etapa de permisividad o el primero en seguir el criterio conservacionista del nuevo Gobierno.

El proyecto autorizado hace un año se hubiera vetado ahora, según admite el nuevo delegado de Cultura de Girona, Joan Solana. No obstante, advierte que hubo "un error" en la anterior tramitación: no se realizó la preceptiva excavación arqueológica en busca de posibles vestigios. Solana lo atribuye a un "olvido" de la anterior comisión. Como prueba del nuevo talante conservacionista del Gobierno tripartito, Solana explicó que la comisión rechazó ayer proyectos equiparables en Cadaqués y Palau-Sator.

Aunque algunos vecinos y entidades conservacionistas pretenden que se deniegue el proyecto, la actual comisión de Patrimonio -condicionada por la precedente autorización- sólo pudo ordenar ayer una excavación de urgencia. Si aparecen restos de valor, el proyecto deberá modificarse y someterse de nuevo a la aprobación de Patrimonio. Aun así, Solana advirtió de que el promotor tiene derechos adquiridos y si no puede edificar probablemente deberá ser indemnizado. Será el director general de Patrimonio, a la vista de los nuevos informes arquitectónicos y arqueológicos, quien tomará la decisión final.

La Ley del Patrimonio Cultural Catalán establece que en los conjuntos históricos de interés nacional "no se permitirán modificaciones de alineaciones, alteraciones en la edificabilidad, parcelaciones ni agregaciones de inmuebles, excepto que contribuyan a la conservación general del carácter del conjunto". Solana anunció que ahora se respetará este criterio, mientras que antes, en caso de conflicto, prevalecía la legalidad urbanística. Los oponentes mantienen que las edificaciones constituyen una clara agresión porque alteran la línea del cielo de la plaza y ocultan la muralla. La presidenta de SOS Empordanet, Rosa Calç, afirma que Forallac es el paradigma de la agobiante presión urbanística que vive la comarca: "El Empordà está que arde y el gran incendio se concentra en Forallac". Joaquim de Ros, vecino afectado, mantiene que la autorización de una construcción que vulnera tan claramente los criterios proteccionistas del bucólico pueblo de calles empedradas sólo puede explicarse por razones de connivencia política.

Los vecinos aseguran que el proyecto se llevó con secretismo y sólo se enteraron de las intenciones del constructor cuando las excavadoras se presentaron en el terreno. No pudieron presentar ninguna alegación. Aunque la zona ha sido delimitada, todavía no se han excavado los cimientos. La Generalitat insistió en que ni el promotor ni el Ayuntamiento han cometido minguna irregularidad ni han infringido la ley, puesto que la construcción fue aprobada por Cultura.

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