De Pekín a La Manga

De la apoteosis asiática de Pekín, donde comenzó la pretemporada y se cubrió de gloria sin competir, el Madrid se encamina hacia La Manga, en Murcia, para intentar salvar la Liga con una concentración de emergencia.

El club decidió ayer mandar a sus jugadores a La Manga hasta el viernes, para preparar el partido que los enfrentará el próximo sábado al Atlético en el Calderón. La medida fue adoptada en el ámbito de la directiva en medio de una crisis que amenaza por desbordar los recursos del club -hasta ahora eficaces- para gestionar situaciones difíciles. Aunque el director general deportivo, Jorge Valdano, aseguró haber "tratado" el tema de la concentración con los capitanes sin que le manifestaran "ningún problema", lo cierto es que los futbolistas consultados ayer se mostraron disgustados.

En conferencia de prensa, Roberto Carlos -que es el tercer capitán- negó que el club tratase esta medida con el vestuario. "Los futbolistas del Real Madrid somos profesionales y responsables", dijo el lateral. "Deberían habernos preguntado. Espero que sea una decisión consensuada entre el entrenador y el club. Ahora vamos a dar de qué hablar a la gente. Yo en mi vida privada soy libre para hacer lo que quiera".

Según informa Óscar Sanz desde Charleroi, donde ayer se celebró la final de la Copa ULEB de baloncesto, Valdano desmintió la versión de Roberto Carlos: "Desde el lunes debatimos alejar a los jugadores del bullicio de Madrid. Miramos distintos sitios para ir cerca, pero no había hotel. Encontramos que La Manga es lo más adecuado. Hemos tratado el tema con los capitanes y no ha habido ningún problema".

"Hemos jugado muchos partidos en casa sin concentrarnos nunca y ganamos todos menos uno [el domingo, ante Osasnuna, 0-3]", prosiguió Roberto Carlos. "Si el club quiere que nos concentremos, que hable con nosotros".

Muchos de los jugadores se fueron a su casa después del entrenamiento sin tener noticia de la concentración. Según manifestaron, tuvieron conocimiento del asunto por la prensa y lo reciben como un castigo institucional. Con ello, dicen, el club parece señalarlos.

Protección policial

Como coincidencia siniestra se sabe que el hotel elegido por el Madrid para el retiro es célebre por haber sido el lugar del presunto delito de agresión sexual que dio con tres jugadores del Leicester en la cárcel, el pasado 4 de marzo.

El Madrid se entrenó ayer en la Ciudad Deportiva de Las Rozas por primera vez después de perder el liderato de la Liga, el domingo ante Osasuna (0-3). Y los jugadores no hallaron sosiego, pues apenas comenzaron a correr alrededor del campo un grupo de personas desplegó una pancarta de unos 30 metros de largo: "Para vosotros putas y dinero; para nosotros indignación y represión".

Los jugadores debieron hacer el calentamiento entre los gritos insultantes de este misterioso grupo de autoproclamados reprimidos, que les calentó los oídos de la misma manera que lo hicieron otros fanáticos que la semana pasada acudieron a Las Rozas para protestar por la eliminación en Liga de Campeones, ante el Mónaco. La Policía Municipal, que ayer deambuló hasta en las inmediaciones del vestuario, no tardó en retirar la pancarta.