_
_
_
_

Ochenta artistas ofrecen una visión enciclopédica de la 'odisea americana'

El Círculo de Bellas Artes expone 120 obras de los movimientos entre 1945 y 1980

Mark Rothko, Willem de Kooning, Robert Motherwell, Andy Warhol, Frank Stella, Jasper Johns, Donald Judd y Dan Flavin son algunos de los nombres que definieron los movimientos artísticos en Estados Unidos desde los años cuarenta. El Círculo de Bellas Artes, de Madrid (Alcalá, 42, www.circulobellasartes.com), presentó ayer una visión enciclopédica con 120 obras de 80 artistas que forman la exposición La odisea americana (1945-1980). El montaje, que se presenta como un debate de la modernidad, se verá después en Salamanca, A Coruña y Nueva York.

El historiador del arte Stephen C. Foster, profesor emérito de la Universidad de Iowa, ha planteado desde la posmodernidad, como comisario de la exposición La odisea americana

1945-1980), "una reflexión y una mirada hacia atrás" sobre los primeros movimientos estadounidenses de vanguardia desde que al terminar la II Guerra Mundial el foco artístico pasó de París a Nueva York. "Hace varias décadas que no se monta en Europa ni en Estados Unidos una exposición de este tipo, con una serie de obras antológicas y teniendo en cuenta los escritos de los propios artistas", declaró ayer al presentar las 120 piezas de 80 artistas, con préstamos de 60 museos, galerías, universidades y colecciones privadas.

El Círculo de Bellas Artes ha llenado de arte americano las salas Picasso y Goya, en las que, sin ninguna intención cronológica, se establecen contactos con obras representativas de las corrientes artísticas de la segunda mitad del siglo XX, como el expresionismo abstracto, el pop art y neo-dadá, assemblage, abstracción pospictórica y entornos, el hiperrealismo y el minimalismo.

En la producción de la muestra y la publicación del catálogo han participado el Círculo de Bellas Artes, Domus Artium 2002 y Fundación Salamanca Ciudad de Cultura, el Ayuntamiento de A Coruña y el centro de exposiciones Kiosco Alfonso, Bancaja y el Queensborough Community College de Nueva York, que tiene 12.000 estudiantes. El catálogo incluye textos de Stephen C. Foster, Daniel A. Siedell, Estera Milman, John Yau y Janis Mink. Durante la exposición se pasarán programas de vídeo y un ciclo de conferencias, con intervenciones de Dore Ashton, Donald Kuspit, Yau y Foster. "Lo que intenta visualizar y clarificar esta exposición es la dependencia mutua del arte y la cultura y los varios usos, incluida la utilización política a la que se somete esta dependencia. Al perseguir dicha tesis, no deseo ni condenar ni glorificar el arte (o la cultura), sino desenterrar el verdadero estatus y significación del arte en la cultura y su valor instrumental (o valor de uso) para aquellos implicados en guerras culturales". Stephen C. Foster defiende así su trabajo como comisario de la exposición, en la que presenta los movimientos artísticos entre los años cuarenta y ochenta que expresan "la crisis de la modernidad" a través de la crítica realizada por los propios artistas en sus escritos y obras de arte. "El arte es una función de la sociedad y La odisea americana describe una serie de posiciones artísticas que, de modo esencial, asume muchas tareas de la crítica". El comisario añade que la muestra es un estudio del arte americano posterior a la II Guerra Mundial y, sobre todo, "una visión del acto de debatir y del arte que ese debate ha producido, con la presentación de unas obras que tienen unos subtextos determinados".

El comisario rechaza una lectura cronológica de la historia del arte a través de movimientos artísticos, "como si el arte fuese una cosa progresiva, por lo que prefiero presentar un conjunto de piezas que representan unos hitos en los discursos de los artistas en un momento histórico concreto".

El montaje se ha dividido en las salas Goya, con predominio de los artistas del expresionismo abstracto, donde un collage de Esteban Vicente y otra obra de José Guerrero comparten superficie con los clásicos Pollock, De Kooning, Motherwell, Rothko, Kline, Guston, Francis, Still, Morris, Twombly y otros nombres que han quedado marginados ante la fuerza y difusión de los maestros, como Tworkov, Martin, Stamos, Kusama y otros, y en la sala Picasso, en el primer piso, con un arranque de piezas de Stella, Judd y un espacio especial para los colores de Flavin. La campana de la obra Intento de alcanzar el

infierno, de Dennis Oppenheim, sacude de vez en cuando el montaje donde conviven movimientos a través de las piezas de Rivers, Johns, Oldenburg, Dine (Hacha

con dos paletas es la imagen de la portada del catálogo), Rosenquist, Segal, Indiana, Wesselmann, Warhol, Ramos, Johnson, Nevelson, Kienholz, Bontecou, Chamberlain, Mendieta, Breder, Estes, Close, Noland, Andre, McLean, Feuerman, Salt, Held, Ross y otros.

El pintor Antón Patiño, vicepresidente del Círculo de Bellas Artes, destacó la "visión oceánica" de las sucesivas "convulsiones" del arte moderno a partir del legado de las vanguardias históricas. Considera que la exposición termina en los años ochenta, cuando Europa despierta frente a la "hegemonía absoluta" de EE UU.

El cuadro <i>Park Row mirando hacia el Ayuntamiento,</i> de Richard Estes, de 1992.
El cuadro Park Row mirando hacia el Ayuntamiento, de Richard Estes, de 1992.
La serigrafía <i>Marilyn Monroe (reverso)</i>, de Andy Warhol (1978).
La serigrafía Marilyn Monroe (reverso), de Andy Warhol (1978).

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_