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La importación de materias primas dispara el déficit comercial de China hasta los 6.984 millones de euros

El voraz apetito de materias primas y energía ha disparado el déficit comercial chino en el primer trimestre, hasta 8.430 millones de dólares (unos 6.984 millones de euros), según anunció ayer el Gobierno. Las exportaciones en los tres primeros meses crecieron un 34,1% y se situaron en 115.710 millones de dólares (más de 95.800 millones de euros), mientras las importaciones lo hicieron un 42,3%, hasta 124.140 millones de dólares (cerca de 102.854 millones de euros). En el mismo periodo del año pasado, el déficit fue de 1.000 millones de dólares. La tendencia ascendente de las importaciones se debe a la fuerte demanda de petróleo, soja o mineral de hierro, necesarios para alimentar una economía que creció un 9,1% en 2003.

Las crecientes compras chinas en el exterior se han producido en gran parte entre sus vecinos, como Japón o Corea del Sur, que ahora tienen un balance comercial positivo con el gigante asiático. No ocurre así con EE UU, cuyo déficit con China se situó el año pasado en 124.000 millones de dólares, un 21% más que en 2002. Esta situación se ha convertido en un tema candente en las próximas elecciones presidenciales estadounidenses, que tendrán lugar en noviembre. Algunos políticos y empresarios americanos acusan a Pekín de prácticas comerciales injustas por mantener su moneda (el yuan o renminbi), que está ligada al dólar, artificialmente infravalorada.

Las exportaciones son uno de los principales motores sobre los que se asienta la activa economía china. Y las autoridades de Pekín han repetido numerosas veces que su prioridad es la estabilidad y el desarrollo económico, por lo que no piensan revaluar el renminbi. El déficit al alza dará un nuevo argumento a la vicepresidenta china Wu Yi para rebatir las demandas de Washington, cuando la semana próxima se reúna en la capital estadounidense con el responsable de Comercio, Robert Zoellick.

Por lo que respecta a marzo, las importaciones chinas aumentaron un 42,8%, mientras las exportaciones subieron un 42,9%. El déficit ascendió a 540 millones de dólares, después de haber sido de 7.800 millones en febrero, la cifra mensual más alta en diez años.

Recorte del excedente

Algunos analistas piensan que China podría entrar en déficit este año, o sufrir un fuerte mordisco en el excedente de su balanza comercial, por las fuertes importaciones y los precios al alza del petróleo y otras materias primas, a las menores exportaciones y a la ralentización de la inversión extranjera. China tuvo un superávit de 25.500 millones de dólares el año pasado, frente a 30.000 millones en 2002.

Los temores a un recalentamiento de la economía han decidido al Gobierno a tomar medidas, que ha incrementado presión sobre los bancos. A partir del 25 de este mes tendrán que disponer de unas reservas del 7,5%, frente al 7% vigente ahora. Se trata de la tercera vuelta de tuerca que ordenan las autoridades en los últimos ocho meses. El requisito para algunas entidades con ratio de adecuación de capital inferior a la media pasará del 7,5% actual al 8%.

Pekín quiere atajar las inversiones redundantes en algunos sectores como el inmobiliario, el automóvil, el acero y el cemento, que podrían provocar un exceso de oferta, hundir los precios y disparar una crisis financiera en un sector acosado por los créditos irrecuperables. La Comisión Reguladora Bancaria asegura que este incremento de medio punto retirará unos 13.300 millones de dólares del sistema financiero.

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