Jaime Lissavetzky, nuevo secretario de Estado para el Deporte

Jaime Lissavetzky, un apasionado seguidor del Real Madrid, será el nuevo secretario de Estado para el Deporte. Lissavetzky, amigo personal de Alfredo Pérez Rubalcaba, portavoz parlamentario del PSOE, con el que ha compartido un abono en el Santiago Bernabéu, es doctor en Ciencias Químicas por la Universidad Complutense y fue profesor adjunto de Química Orgánica en la Universidad de Alcalá de Henares y colaborador científico del Instituto de Química Médica del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

El futuro secretario de Estado para el Deporte nació hace 52 años en la capital madrileña. En la actualidad es diputado socialista por esta ciudad en el Congreso, en cuyas reciente elecciones se presentó como número 11 en las listas de su partido. Su nuevo cargo le llevará a renunciar al acta de diputado por la incompatibilidad entre ambas funciones.

Jaime Lissavetzky ingresó en el PSOE en 1974, fue elegido diputado de la Asamblea de Madrid en 1983 y fue secretario del grupo parlamentario socialista en esta Cámara. Dos años después fue nombrado consejero de Educación y Juventud del Gobierno madrileño bajo la presidencia de Joaquín Leguina, labor que le permitió ya entonces relacionarse con el mundo del deporte.

Desde ese puesto puso especial énfasis en presentar la candidatura de Madrid como sede de los Mundiales de Atletismo de 1997, que finalmente se celebraron en Atenas. Entre 1994 y 2000 fue secretario general de la Federación Socialista Madrileña. Desde abril de 2002 es patrono de la Fundación del Real Madrid.

Bajo el nuevo Gobierno, la secretaría de Estado para el Deporte dependerá del Ministerio de Cultura que dirigirá Carmen Calvo. Entre las principales citas que le esperan figuran los inminentes Juegos Olímpicos de Atenas, así como la defensa de la candidatura de Madrid para los de 2012 y las pretensiones de la selecciones autonómicas de algunas Comunidades.