¿A quién perjudica la Unió de Periodistes?

En las últimas semanas venimos asistiendo con estupor a una tremenda campaña de intento de desprestigio de la Unió de Periodistes Valencians, la mayor organización profesional de nuestra Comunidad, después de que la Generalitat abriera el plazo de consultas para la hipotética creación de un colegio profesional. La directiva de la Unió optó en principio por hacer oídos sordos a la sarta de mentiras de que venimos siendo objeto, tras comprobar las muchas muestras de apoyo que estamos recibiendo de nuestros compañeros, e incluso el gran movimiento de afiliación que la organización disfruta desde hace unos meses, lo que en nuestra opinión respalda el camino que venimos recorriendo. Sin embargo, la campaña de acoso y derribo ha llegado a tal extremo que se hace necesario puntualizar algunas cuestiones, no vaya a ser que el silencio de la Unió haga pensar a alguien que las acusaciones son ciertas, o que no tenemos defensa posible.

Dejémoslo claro de una vez: es completamente falso que la directiva de la Unió de Periodistes propusiera a la asamblea general auto-eximirse de las cuotas, y también es mentira que esa medida se aprobara. Lo pueden corroborar los compañeros presentes en esa asamblea. Se ha querido trasladar con esta acusación calumniosa que los miembros de la ejecutiva de la Unió nos oponemos al colegio para no perder nuestro "chiringuito", sin embargo no creo que nadie pueda pensar que gastaríamos tanto tiempo y esfuerzo en esta tarea para ahorrarnos la gran cantidad de 27,05 euros al trimestre.

Se intenta deslegitimar la última asamblea de la Unió por la escasa asistencia. Por lo menos, éramos bastantes más que en la última asamblea celebrada por quienes tanto nos critican, cuyos asistentes podían contarse con los dedos. También se acusa a la directiva de haber decidido unilateralmente una oposición frontal al colegio, sin consultar a los miembros de la Unió de Periodistes Valencians. Esta organización debe haber batido algún récord mundial por las veces que se ha debatido sobre el colegio en las asambleas, siempre con idéntico resultado: el colegio no es una prioridad, no nos hace falta. Lo ha dicho reiteradamente la gran mayoría de los miembros de la Unió, y la ejecutiva se limita a seguir ese mandato. Pese a ello se nos acusa de "hurto de democracia interna". ¿Qué otra organización de las que han presentado alegaciones al colegio celebró antes una asamblea para que los socios las respaldaran? ¿Dónde está el hurto de democracia, si la ejecutiva decidió adelantar la asamblea anual para que pudiera debatirse otra vez el asunto, antes de presentar oficialmente las alegaciones ante la Generalitat? ¿Qué mayor democracia interna, que la de plantear en el orden del día el asunto de la forma más genérica posible, para que cada cual presentara la propuesta que quisiera al respecto? ¿Por qué quien ahora nos acusa de anti-demócratas no votó en contra de la propuesta de alegaciones que realizó la ejecutiva, y que fue aprobaba por aplastante mayoría con sólo dos abstenciones y ningún voto en contra? ¿Con qué fin quien ahora nos acusa de falta de democracia no quiso hacer uso de su derecho a presentar una propuesta propia sobre el colegio, pese a que la Mesa le recordó expresamente que podía hacerlo? ¿Con qué fin ese mismo socio utilizó su turno de palabra para lanzar graves insultos a la directiva, y pidió luego que esas acusaciones no constaran en acta, cuando otros asistentes a la asamblea le recriminaron su actitud? ¿Por qué ese mismo socio no estuvo presente en los debates previos al punto del orden del día sobre el colegio, llegó justo a tiempo para insultar a la directiva, y se marchó precipitadamente nada más acabar el debate de ese punto, sin esperar a los ruegos y preguntas, donde tenía una nueva oportunidad de manifestar lo que quisiera respecto al colegio o a cualquier otro tema? ¿Con qué fin ese mismo socio sigue perteneciendo a la Unió de Periodistes Valencians, si tanto discrepa de la filosofía y la marcha de la organización? ¿Por qué no aprovechó la cumbre de la democracia interna, las elecciones celebradas hace sólo cinco meses, para proponer una vía alternativa a la que ha seguido la Unió en los últimos años, y pulsar su respaldo entre los miembros de la organización?

¿A quién le interesa que la Unió de Periodistes Valencians malgaste tiempo y energías en estos debates estériles? Lo que tenemos claro es que los periodistas sabemos bien lo que nos conviene, y sabemos también qué intereses hay detrás de este intento de desprestigio a la organización mayoritaria de la profesión en nuestra Comunidad, que sigue creciendo y con ganas de ir a más en la defensa de la profesión, mal que les pese a algunos (pocos). También tenemos claro que llegaremos donde haga falta para defender el buen nombre de la Unió de Periodistes Valencians, y de los miembros de su directiva. Es triste que quienes nos acusan de "hurto de democracia" no sepan aceptar que la gran mayoría de periodistas ha formado ya su propia opinión respecto al colegio y a quienes lo promueven, sin necesidad de que nadie venga a decirnos ahora cuál es el "buen camino". ¿Es ése el talante democrático con el que dirigirían su hipotético colegio? ¿Es ésa la ética profesional con la que van a dar ejemplo a los futuros periodistas? Si es así, apaga y vámonos.

Amparo Bou es presidenta de la Unió de Periodistes Valencians.