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Crónica:FÚTBOL | Liga de Campeones: vuelta de los cuartos de final
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Oporto lo aprovecha todo

El Oporto, en un electrizante primer tiempo, resistió los latigazos rivales y con dos contraataques, el segundo nada más comenzar la segunda parte, volvió a sus primeras semifinales de la Liga de Campeones desde 1994. Pero el Lyón mereció más y fue perjudicado al serle anulado un gol legal, que pudo ser clave, apenas iniciado el partido.

El 2-0 de la ida obligaba al equipo francés a atacar en busca de un difícil 3-0, aun con el peligro siempre de un contraataque portugués. Pero antes de sufrirlo le ocurrió lo peor, porque Luyindula, cuando le dieron el pase para marcar a los 3 minutos, no estaba en fuera de juego, sino en línea con el defensor portugués. Mientras el fútbol siga empeñado en no recurrir a la televisión en jugadas decisivas y difíciles de apreciar por el ojo humano, como sucede en otros deportes, seguirán produciéndose los lógicos errores de los jueces de línea o de los árbitros. Y el cuarto ayudante de la banda continuará dedicándose sólo a la trascendental tarea de señalar el tiempo añadido y los cambios. Se mantendrá así el absurdo de que todos, menos los protagonistas, sabrán la verdad.

LYÓN 2 - OPORTO 2

Olympique de Lyón: Coupet; Mueller, Edmilson, Berthod; Essien (Reveillère, m. 59), Diarra, Dhorasoo (Deflandre, m. 76), Juninho (Bergougnoux, m. 59), Maluda; Luyindula y Elber.

Oporto: Vitor Baia; Ferreira, Carvalho, Costa, Valente; Alenitchev, Costinha, Deco (Mendes, m. 76), Maniche; Carlos Alberto (Pedro Emanuel, m. 48) y McCarthy (Jankauskas, m. 56).

Goles: 0-1. M. 6 Maniche, a pase de Deco. 1-1. M. 13. Centro de Maluda y desvía Luyindula. 1-2. M. 47. Nuevo pase de Deco y remate de Maniche 2-2. M. 88. Elber, de cabeza.

Árbitro: Anders Frisk (Suecia). Amonestó a Deco, Costa, Vitor Baia y Juninho y expulsó a Edmilson por dos tarjetas amarillas.

Stade Gerland de Lyón: 42.000 espectadores. Tras el 2-0 en la ida, pasa el Oporto por 4-2.

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Los jugadores son muchas veces bastante mejores que los directivos responsables de los reglamentos y Luyindula sólo se echó las manos a la cabeza -más se lamentaría cuando viese las imágenes- y no sólo obligó inmediatamente a Vitor Bahia a una gran parada, sino que apenas diez minutos después lo batió. El problema es que entre una jugada y otra el partido ya era muy distinto. El Lyón sólo empataba el encuentro, no la eliminatoria, porque poco después del desaguisado había marcado el Oporto un gol fundamental en su primer contragolpe. Maniche se aprovechó entonces de que Maluda, clave en las subidas, como la del gol, no bajó esa vez a marcarle.

El Lyón pagaba así el riesgo de un planteamiento muy ofensivo y, aunque después siguió bombardeando a Vitor Bahia desde todos lados, el ex portero azulgrana estuvo magnífico y le hizo gastar todos los cartuchos. Incluso el Oporto se aprovechó poco después del descanso de otro contragolpe casi idéntico, con Deco, espléndido director con el balón, y Maniche, ejecutor. Y ahí se cerró todo, porque la segunda parte sobró. El gol del desaparecido Elber fue una anécdota. El Oporto jugó su lógica y mejor arma anoche, el contraataque, tras beneficiarse de la arbitral.

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