Samaniego, en euskera
La Diputación de Álava traduce todas las fábulas del escritor alavés, a petición de los centros escolares
Las enseñanzas de las fábulas de Félix María de Samaniego (Laguardia, 1745-1801) conservan su interés más de dos siglos después de que fueran escritas. En su difusión escolar sólo había hasta ahora un inconveniente: que no existía una traducción literaria al euskera de estos cuentos morales que dieron la fama al escritor alavés. Por fin, la Diputación foral acaba de publicar la edición crítica bilingüe de las 157 fábulas, a cargo de Koldo Biguri, con introducción de Emilio Palacios.
En poco más de cincuenta años, Samaniego mantuvo una intensa actividad intelectual en la promoción de las ideas de la Ilustración en el País Vasco, se reveló como un perfecto cortesano en sus estancias en Madrid, al mismo tiempo que no perdía el tiempo cuando había que seducir doncellas durante las estancias en su villa natal. Sin embargo, Samaniego, uno de los fundadores de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País, ha pasado a la posteridad por sus fábulas morales, recreaciones libres, en su mayor, parte de clásicos griegos (Esopo) y coetáneos franceses (La Fontaine).
Biguri se planteó una traducción que tuviera valor para la escuela de hoy
Hasta ahora se contaba con una traducción parcial de estos relatos en verso a cargo de Jesús Egea. Pero esta versión no respondía a las necesidades pedagógicas de la escuela de hoy. Así que la Diputación de Álava se hizo cargo hace tres años de esta demanda de las fábulas de Samaniego y le encargó la traducción a Koldo Biguri (Vitoria, 1962).
El reto ha sido múltiple. No sólo las distintas versificaciones que tienen el castellano y el euskera, sino también las necesidades de edición, así como el imperativo de verter una lengua del siglo XVIII al XXI. La solución ha sido la versión libre, respetando el contenido original. Como recuerda Koldo Biguri, "una traducción literal no tendría sentido, porque las fábulas están concebidas como elemento de aprendizaje, por eso se escribían en verso, para que fuera más fácil memorizarlas".
Biguri se ha planteado una traducción que tenga valor para la escuela de hoy. "Eso sí, manteniendo el verso y la rima, con estrofas clásicas vascas como el zortziko nagusia", apunta. Como ejemplo propone la fábula Las Moscas: "A un panal de rica miel/ Dos mil moscas acudieron/ Que por golosas murieron/ Presas de patas en él./ Otra, dentro de un pastel,/ Enterró su golosina./ Así, si bien se examina,/ Los humanos corazones/ Perecen en las prisiones/ Del vicio que los domina". Y en la versión de Biguri: "Ezpi gozoa aurkitu zuten/ Mila eulik abaraskan,/ Guzti-guztiak bertan hil ziren/ Preso ezpiaren biskan./ Bakarran batzuk amaitu ziren/ Sagar pastel baten puskan/ Gauza berbera gertzaten zaie/ Giza-bihotzei askotan,/ Harrapaturik geratzen dira/ Gurari txarren zelatan".
Pero Samaniego escribió mucho más que las fábulas. Fue autor de tratados científícos y políticos, y también de un opúsculo pornográfico, El jardín de Venus, que espera su traducción al euskera.
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