_
_
_
_

Albajar y Altarriba exponen en San Sebastián su viaje fotográfico al interior del ser humano

Pilar Albajar (Huesca, 1948) y Antonio Altarriba (Zaragoza, 1952) han dejado a un lado la fotografía tradicional que refleja los acontecimientos reales del mundo y han optado por los fotomontajes en los que juegan con las ideas, el imaginario, los temas que están "profundamente arraigados" en el ser humano. Asuntos como el sexo, los miedos y los pecados, representados en sendas series de imágenes que expone la Galería Kur de San Sebastián (La Zurriola, 6) desde el viernes y hasta el próximo 18 de mayo.

A ellas se suma una cuarta, su última creación: Manufacturas, en la que las manos se entremezclan con elementos varios, como un caracol para figurar la paciencia o una serpiente para plasmar el poder. Esta serie se abre por primera vez a los ojos del público, y lo hace casi al mismo tiempo en Barcelona y San Sebastián.

Para dar vida a su proyecto artístico, el tándem Albajar-Altarriba trabaja de manera coordinada, pero bajo un reparto de funciones que, según apuntan, es poco usual en el mundo de la fotografía. Tras decidir conjuntamente el tema que va a protagonizar su serie, Altarriba, guionista e investigador de las relaciones entre la imagen y la palabra, da los primeros pasos para dar forma a la obra: elabora un guión. Es decir, propone los elementos que deben figurar en las fotos y su distribución sobre la superficie.

¿Por ejemplo? Para abordar el orgasmo, integrado en la serie Sexo, eligió unos labios concéntricos con los que persigue representar la idea de "vértigo", explica. En el caso de Miedos, el reto era reflejar un sentimiento "tan abstracto". Apostó por partir de primeros planos de rostros para zambullirse en temores "básicos" como el miedo a la verdad, ilustrado con un hombre que porta unas gafas que en vez de cristales llevan ladrillos, o el miedo al ridículo, encarnado por una cabeza que parece perderse en un enorme traje.

Una vez pergeñada la idea, entra en acción Albajar, la fotógrafa. Parte de fotos en blanco y negro tomadas con una cámara convencional. Luego, con ese "instrumento maravilloso" que es para ella el ordenador, "manipula a tope" las imágenes y las colorea hasta lograr el resultado deseado, que en la sala de exposiciones queda atrapado entre las esquinas de un marco o en cajas de luz.

Albajar y Altarriba, que huyen de posiciones puristas y defienden la apertura de la fotografía a otras disciplinas, se estrenan en la capital guipuzcoana, donde, por casualidad, coincidirán en el tiempo con la primera Feria Internacional de Fotografía Contemporánea y Vídeo de Donostia (del 15 al 18 de abril), que nace de la mano de la Fundación Ordóñez-Falcón.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_