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Reportaje:EMPLEO Y FORMACIÓN

Médicos en precario

La falta de oportunidades somete a muchos facultativos a los contratos 'basura', la emigración o el abandono

Oriol Güell

Hablando en términos macroeconómicos, España produce más médicos de los que es capaz de absorber la sanidad pública con sus limitados recursos. Este excedente causa una precarización del mercado laboral, obliga a algunos profesionales a ejercer en otros países y lleva a otros a abandonar la vocación tras una dácada de formación. El paro también existe, aunque es difícil de calcular.

La medicina cada vez es más femenina. Un 46% de los profesionales son mujeres; en 1964 eran el 8%. Y ellas son el 68% de los nuevos licenciados

La Organización Médica Colegial (OMC), organismo que agrupa a todos los Colegios Oficiales de Médicos de España, cifró hace un año en 20.000 los médicos en paro en España. Carlos Amaya, secretario general del sindicato médico CESM, admite que el desempleo existe, si bien destaca que "el problema más importante en España es la precarización laboral".

En las urgencias de los hospitales públicos abundan los médicos residentes, esto es, aquellos licenciados en medicina que están en su periodo de formación para convertirse en médicos especialistas. Pero hay otra realidad oculta en las urgencias: los contratos basura que sufren los médicos ya formados, que, ante la falta de alternativas, se acogen una y otra vez a contratos de 24 horas que les ofrece la sanidad pública.

"Por esto es muy difícil calcular los médicos en paro. Muy pocos están parados a lo largo de todo el año. La mayoría sufre de una gran inestabilidad laboral o trabajos muy por debajo de la formación que han recibido", añade Amaya.

España parece ser una excepción en la Unión Europea. Otros países, como el Reino Unido, Francia o Portugal, se prestan gustosos a aceptar el excedente de médicos español. Por ejemplo, el National Health Service (NHS), la sanidad pública británica, tiene un déficit de 2.000 médicos que desde hace años suple en parte España. "El Reino Unido paga unos salarios [73.000 euros el primer año y hasta 115.000 para un especialista] muy por encima de la sanidad pública española y el idioma o la experiencia son un estímulo para muchos. El problema es saber cuántos se van porque quieren y cuántos porque no les queda otro remedio, porque han renunciado a lograr un empleo fijo en su país", explica Juan José Rodríguez Sendín, de la OMC.

"El abandono de la profesión", en palabras de Carlos Amaya, es la otra válvula de escape del apretado mercado laboral médico en España. "Es otra cifra difícil de conocer, pero que existe. Algunos se dedican a profesiones relacionadas con la sanidad, pero sin ejercer como médicos. Otros se van a otro sector", añade Amaya.

Este abandono se produce en todos los niveles de la formación y ejercicio de la medicina. El primero es el que media entre la licenciatura y el acceso al MIR (médico interno residente): son más los que terminan la carrera que los que obtienen una plaza.

Las facultades de Medicina licencian cada año a casi 6.000 estudiantes. Para poder ejercer, todos ellos deben pasar el examen MIR (una especie de reválida de todo lo aprendido en la carrera). Los que aprueban acceden a los cuatro años de formación para su especialización.

En las últimas pruebas MIR, que se celebran cada año, fueron convocadas 5.670 plazas. Se presentaron 8.565 aspirantes. En 2003 fueron 9.400. "Cada año hay cientos de estudiantes que no aprueban el examen o que no les satisface la nota obtenida y la plaza de MIR a la que ésta les da acceso. Por esto se va formando un remanente de aspirantes que se repite año a año", explica Amaya.

Las cifras indican, sin embargo, que no todos tienen las fuerzas, los recursos o las ganas de volver a presentarse. Son los primeros que se caen y que abandonan la profesión. A los más de 5.500 que sí obtienen plaza les esperan cuatro años de formación intesiva en hospitales u otros centros sanitarios. Terminan cerca de los 30 años y para muchos "empieza el problema de la precarización", explican desde la CESM.

Parte de esta precarización se explica, según la OMC y CESM, por ciertos desequilibrios que sufre el sistema de especialidades que regula la profesión médica. En España hay 48 especialidades reconocidas, que cada año se reparten las 5.670 plazas MIR en concurso. Hay especialidades en las que faltan médicos (anestesistas, psiquiatría, radiólogos...) y otras en las que sobran. "Hay que insistir en la planificación, porque es la clave, no sólo del mercado laboral que encuentran quienes terminan el MIR, sino que también constituye la base de todo el sistema sanitario", explica Carlos Amaya.

Cada año, el Consejo Nacional de Especialidades Médicas (formado por las sociedades científicas y representantes de los Ministerios de Educación y Sanidad) establece cuántas plazas de la oferta MIR se destinarán a cada una de las especialidades médicas. La decisión final la tiene Sanidad, que suele corregir, pero no modificar en lo sustancial, la propuesta del consejo.

Varias fuentes responsabilizan a ese reparto anual de plazas del MIR de los desajustes del mercado laboral: sobran médicos de algunas especialidades que no pueden ejercer en aquellas con trabajo porque no están formados.

"Esto no es cierto", niega Alfonso Moreno, presidente del Consejo Nacional de Especialidades Médicas. "Pueden existir desajustes concretos en el tiempo, como el de anestesistas en Cataluña. Pero el sistema ha demostrado su eficacia. Hay que tener en cuenta que cualquier cambio necesita tiempo, porque desde que se convocan nuevas plazas hasta que salen los especialistas formados pasan cinco años [cuatro de formación y uno de convocatoria]", explica Moreno.

En las dos últimas décadas, la profesión médica ha vivido un profundo cambio. Si en 1964 sólo un 7,94% de los médicos ejercientes eran mujeres, en los últimos años de la década de los noventa ya eran un 46,2%. Y la tendencia continúa: un 68% de los nuevos licenciados en medicina son mujeres. Desde la CESM, sin embargo, alertan de que son ellas las más vulnerables al abandono de la profesión ante la precarización laboral y la dificultad de combinar su carrera con la maternidad.

El supuesto excedente de médicos en España continuará durante los próximos 10 o 15 años, según las estimaciones de CESM. Hoy hay unos 170.000 médicos capacitados para trabajar en el Sistema Nacional de Salud, aunque los que trabajan para él son unos 100.000.

Esos 170.000 seguirán creciendo hasta alcanzar un máximo entre 2015 y 2020 en los 195.000. "A partir de ahí, nuestras previsiones son que descenderán hasta los 175.000, tendencia que podría continuar si no se empieza a estudiar el tomar las medidas necesarias", explican desde la CESM.

Dos cirujanos, en una imagen de archivo.
Dos cirujanos, en una imagen de archivo.BERNARDO PÉREZ

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Sobre la firma

Oriol Güell
Redactor de temas sanitarios, área a la que ha dedicado la mitad de los más de 20 años que lleva en EL PAÍS. También ha formado parte del equipo de investigación del diario y escribió con Luís Montes el libro ‘El caso Leganés’. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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