Amenaza contra todos los intereses españoles en el norte de África
Una carta amenazante recibida el 28 de marzo en la Embajada de España en El Cairo ha puesto en estado de alerta a las representaciones diplomáticas, consulados, centros culturales y empresas españolas en todo el norte de África y parte de Oriente Próximo, según indican fuentes diplomáticas en Rabat.
Desde ese día, las fuerzas de seguridad de al menos cinco países árabes, y especialmente las de Egipto y Marruecos, han incrementado la seguridad de todos los intereses españoles al tiempo que se han dado instrucciones a los funcionarios y hombres de negocios españoles de que extremen las precauciones.
Algunos colegios públicos españoles o Institutos Cervantes cerraban estos días sus puertas, a causa de la Semana Santa, pero es probable que no las vuelvan a reabrir hasta que las autoridades españolas consideren que la amenaza ha pasado, indican las mismas fuentes.
"Nadie quedará a salvo de nuestros ataques, ni los miembros de la representaciones diplomáticas, ni sus parientes, ni quienes colaboran con ellos", reza el texto de la misiva recibida en El Cairo y firmada por un "emir" de las Brigadas de Jatib Abu Hafs el Masri vinculadas a Al Qaeda. "Los coches bomba ya están listos", añadía, aunque sólo explotarán si España no retira sus tropas de Irak en el plazo de cuatro semanas.
Grupo terrorista
El grupo terrorista, que lleva el nombre del egipcio Mohamed Atef, apodado Abu Hafs, un colaborador de Bin Laden muerto en Afganistán, ya reivindicó la autoría de los atentados del 11-M en Madrid a través de un comunicado remitido al diario árabe Al Qods al Arabi, editado en Londres.
Aquel texto no fue tomado muy en serio por los investigadores, que sí atribuyen mayor importancia al recibido por la Embajada de España en El Cairo. El Ministerio del Interior español considera que, si pasara a la acción, el grupo golpearía, presumiblemente, en Egipto, el país árabe en el que se han tomado mayores medidas de seguridad. La representación diplomática de algún país del Este en El Cairo ha sido también amenazada.
Es, sin embargo, en Marruecos donde se constataron los primeros movimientos sospechosos en torno a una empresa española, el centro de recepción de llamadas de Atento, una filial de Telefónica, en la que trabajan unas 600 personas, en su mayoría marroquíes.
Antes de que el merodeo entorno a Atento suscitase sospechas, las autoridades de Rabat ya se habían movilizado. Un centenar de marroquíes fueron detenidos o convocados en las comisarías de Tánger y Tetuán poco después del 11-M. A principios de esta semana gendarmes y policías secretos han llevado a cabo las primeras redadas en Duar Skuila y Chichan, dos barriadas de Casablanca.
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