El FMI recomienda al nuevo Gobierno "mantener y profundizar" el ajuste fiscal

El Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó ayer su previsión de crecimiento para España al 2,8% este año frente al 3% que había calculado a mediados de noviembre pasado y que aún mantiene el Gobierno en funciones. Al Ejecutivo entrante, el FMI recomienda "mantener y profundizar" el ajuste fiscal, además de insistir en la necesidad de rebajar los estímulos para frenar la demanda inmobiliaria, y recomendó retrasar la edad de jubilación. La reducción del crecimiento fue achacada por el FMI a la desaceleración de las exportaciones, que se verá compensada con el buen nivel del consumo.

El informe del FMI publicado ayer sobre el crecimiento de España es bastante optimista a pesar de la ligera rebaja que hace. De hecho, el organismo ni siquiera cree que los terribles atentados terroristas del 11-M vayan a tener un impacto negativo en la evolución macroeconómica. El crecimiento del 2,8% previsto es consecuencia, según el Fondo, de un aumento del 3,4% de la demanda interna, que contrarrestará en buena parte las siete décimas que restará al PIB de este año el sector exterior, es decir, el hecho de que España vaya a importar mucho más de lo que logre exportar.

El Fondo sugiere al nuevo Gobierno del PSOE que, para mantener la tendencia positiva, España debe emprender una serie de políticas para diversificar las fuentes de crecimiento económico y reducir el diferencial de inflación, entre las que destaca la conveniencia de mantener el "tono" fiscal, la contención salarial, la revisión de la legislación del suelo para aumentar la oferta y el fortalecimiento de la competencia en determinados sectores protegidos.

En cuanto a la política fiscal, el FMI recomienda "mantener y profundizar el ajuste fiscal" para los próximos años y valora la Ley de Estabilidad Presupuestaria y las mejoras introducidas en la nueva Ley General Presupuestaria como un "valioso marco fiscal". La inflación, calcula el Fondo, seguirá en torno al 2,7%, un un punto porcentual por encima de la media de los países de la zona euro, lo que repercute negativamente en los costes laborales y, a su vez, en la competitividad exterior de la economía.

El organismo internacional destaca que, frente a la atonía de las economías europeas, las perspectivas de crecimiento a corto plazo de España siguen siendo "favorables", a pesar de la "incertidumbre" causada por los "recientes atentados terroristas". La economía española, según el Fondo, ha sorteado "notablemente" las dificultades de la desaceleración de la actividad económica mundial de los últimos tres años.

En 2004 el sector de la construcción seguirá siendo un motor de la economía, pero rodará más despacio. La construcción de viviendas se mantendrá fuerte este año, pero el ritmo se desacelerará. En esta percepción el Fondo coincide con el informe del Banco de España publicado el jueves, aunque el organismo internacional añade que, aunque la construcción afloje, eso no será suficiente para frenar la escalada del precio de la vivienda.

Menos ayudas a vivienda

El FMI insistió ayer en la necesidad de poner freno al "boom del precio" de la vivienda de una forma suave y para ello aconseja "rebajar" (también coincide con las apreciaciones de la OCDE) los estímulos fiscales a la compra de viviendas, tener una firme vigilancia sobre el sector financiero en relación a los créditos hipotecarios, y así profundizar en la liberalización del suelo.

A pesar de la advertencia, el Fondo quita hierro al problema de la vivienda, explicando que existen una serie de factores, como "la evolución demográfica, los flujos de inmigración, la demanda de los no residentes o las condiciones financieras favorables", que están determinando una "fuerte expansión" de la demanda inmobiliaria.

Pese a la preocupación por la escalada de los precios inmobiliarios, el Fondo cree que el proceso debe entenderse como un "cambio natural hacia una nueva realidad". Por ello, aunque el organismo sostiene que el proceso debe ser vigilado muy de cerca, intenta ofrecer como contrapartida una "visión tranquilizadora" de la temida burbuja. El Fondo cree que los bajos tipos de interés y los mayores plazos de los préstamos hipotecarios han limitado el peso de la deuda y destaca que la compra de una vivienda constituye un activo para las familias.

El FMI valora positivamente el fortalecimiento del Fondo de Reserva de la Seguridad Social, al tiempo que insta al Gobierno a traducir "el nuevo Pacto de Toledo en medidas específicas que eleven la edad de jubilación y fortalezcan la relación existente entre las pensiones percibidas y las contribuciones realizadas al sistema". El Fondo defiende la necesidad de reformar el proceso de negociación colectiva, de tal manera, que la determinación de los salarios no se aplique mediante las cláusulas de salvaguardia, sino que se tenga en cuenta la evolución de la productividad.