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MATANZA EN MADRID | La investigación policial

El juez identifica a El Tunecino como cerebro de los atentados del 11-M

Serhane Ben Abdelmajid adelantó en 2003 que habría una actuación violenta en Madrid

El juez Juan del Olmo Gálvez considera a Serhane Ben Abdelmajid Farkhet, El Tunecino, nacido en Túnez el 10 de julio de 1968, supuesto cerebro de los atentados del 11-M y supuesto "elemento dinamizador de la actividad previa de concienciación de la yihad entre las personas de su entorno (entre las que se encontrarían varios de los detenidos)". Del Olmo apoya sus sospechas en el hecho de que El Tunecino hizo "expresas manifestaciones" -desde mediados del año 2003- sobre la preparación de una actuación violenta en España, y en concreto en la zona de Madrid, como parte de la yihad.

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Las investigaciones de la Comisaría General de Información han culminado hasta ahora con la detención de varios supuestos implicados, algunos de ellos en prisión, así como la determinación de la sustancia explosiva empleada (goma 2 ECO), así como los detonadores utilizados, y su procedencia. Pero, además, han logrado concretar la presunta intervención de determinadas personas en la obtención de dicho material explosivo y en la confección de las mochilas-bomba colocadas en los trenes de cercanías. Las personas intervinientes en esta fase de la actuación criminal serían los marroquíes Jamal Ahmidan, Mowgli y El Chino (nacido en Tetuán, Marruecos, el 28 de octubre de 1970, hijo de Ahmed y de Rahma), Mohamed Oulad Akcha (nacido en Tetuán, Marruecos, hijo de Ahmed y de Fátima), Rachid Oulad Akcha (nacido en Tetuán, Marruecos, el 27 de enero de 1971, hijo de Ahmed y de Fátima).

Las mochilas-bomba fueron montadas y activadas en una casucha de Chinchón (Madrid), edificada en un terreno alquilado supuestamente por Jamal Ahmihdam. En este escondite estuvieron también, según la orden de busca y captura internacional dictada por el juez, los hermanos Mohamed y Rachid Oulad Akcha, así como el ciudadano marroquí Abdennabi Kounjaa, Abdallah (nacido en Taourit, Marruecos, el año 1975, hijo de Ahmed y de Batoul), y otras personas todavía no identificadas.

Guerra santa

Las pesquisas han llegado a la conclusión de que Serhane Ben Abdelmajid Farkhet, El Tunecino, de 35 años, habría actuado como ideólogo del grupo criminal y quien supuestamente habría "concienciado" a los demás para realizar los atentados del 11-M como parte de la yihad o guerra santa. Sin precisar más, el juez atribuye a El Tunecino un papel muy relevante en la matanza del 11-M, recordando que este individuo hizo "expresas manifestaciones" -desde mediados del año 2003- sobre la preparación de una actuación violenta en España, y en concreto en la zona de Madrid, como parte de la yihad.

El Tunecino, que reside en España desde 1996, trabajaba en una inmobiliaria próxima a la mezquita del barrio madrileño de Tetuán. Según fuentes policiales, se radicalizó a raíz de los comunicados difundidos por organizaciones vinculadas a Al Qaeda, a mediados del año pasado, en contra de los países que tienen tropas en Irak. Desde ese momento, este hombre se dedicó a concienciar a otros islamistas en pequeñas mezquitas y casas de oración, utilizando a la vez vídeos y otros instrumentos para adoctrinar a esas personas en la yihad.

El marroquí Jamal Ahmidan, El Chino, de 33 años, participó en las labores para facilitar el alquiler de la finca de Chinchón, utilizando para ello un pasaporte belga falso a nombre de Youssef Ben Salah (supuestamente un ciudadano de origen egipcio), según la orden de detención firmada por el juez Del Olmo.

La citada infravivienda, construida sin pedir autorización al Ayuntamiento de Chinchón, sirvió de refugio a parte del grupo terrorista hasta el 20 de marzo, una semana después de los atentados, según fuentes de la investigación. El magistrado acusa a Ahmidan de estar "vinculado directamente a otros presuntos autores materiales de la colocación de los artefactos explosivos que estallaron en los trenes", causando la muerte a 191 personas y heridas a unas 1.400, además de cuantiosísimos daños en los trenes, las estaciones y las viviendas próximas a la calle de Téllez, El Pozo del Tío Raimundo y Santa Eugenia.

El sexto de los fugitivos a los que busca la policía es el marroquí Said Berraj, nacido el 12 de julio de 1972, hijo de Abderrahman y Aicha, al que el juez considera autor de los atentados del 11-M y al que considera supuestamente vinculado a Al Qaeda, "en atención a una reunión efectuada en octubre de 2000 en Estambul (Turquía) con otros tres presuntos miembros de la citada organización terrorista".

Berraj mantuvo contactos con el huido Serhane Ben Abdelhamid, El Tunecino, así como con otro de los presuntos implicados, Basel Ghalyoun, que está en prisión por su presunta implicación en la matanza del 11-M.

Del Olmo considera "destacable" que Berraj abandonase su domicilio y su trabajo en Madrid el pasado 9 de marzo de 2004, y que el 12 de marzo (un día después de los atentados) comunica a sus conocidos que se marchaba a Marruecos para asistir al entierro de su hermana. Sin embargo, la policía española ha confirmado que dicho individuo no tiene ninguna hermana.

Las diligencias de investigación policial y judicial recogidas en el sumario 20/2004 siguen avanzando, aunque ayer no hubo detenciones. El juez Juan del Olmo tiene previsto tomar hoy declaración a los últimos detenidos: los sirios Walid Altarakji Almasri y Mohamad Badr Ddin Al Akkad, el marroquí Otman El Gnaout y el español Antonio Toro Castro, cuñado del asturiano José Emilio Suárez Trashorras (acusado de ser quien supuestamente facilitó los explosivos al grupo terrorista).

Infravivienda de Chinchón utilizada por los terroristas para montar las mochilas bomba.
Infravivienda de Chinchón utilizada por los terroristas para montar las mochilas bomba.CLAUDIO ÁLVAREZ

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