El fiscal envía al juez el 'caso Manzano'

El fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, Manuel Moix, envió ayer a los juzgados de la plaza de Castilla de Madrid la denuncia que recibió en relación con las manifestaciones hechas al diario As por el ciclista del equipo Kelme, Jesús Manzano. Este corredor, actualmente enrolado en el Amore e Vita italiano, ha contado de forma pormenorizada cómo él y otros ciclistas de su ex equipo se han dopado durante años. Fuentes cercanas a la investigación afirman que la fiscalía madrileña, antes de remitir la denuncia a los juzgados, ha elaborado un breve informe al respecto en el que considera que los hechos que se describen en ella "pueden ser constitutivos de delito", aunque en ella no se especifica el tipo penal.

Los mismos medios señalaron que en el Código Penal español, vigente desde noviembre de 1996, no está tipificado el dopaje como delito, si bien añadieron que cabría incluir los hechos dentro de la figura del delito contra la salud pública.

Una vez que el asunto llegue a manos del juez, la fiscalía pedirá al magistrado que cite al ciclista Manzano para que se ratifique en los términos de su denuncia y aporte datos concretos sobre los productos con los que, según él, se han dopado él y otros ciclistas del equipo Kelme.

"La denuncia en sí es muy genérica. Habrá que esperar a que el corredor se ratifique ante el juez en las manifestaciones hechas al As y especifique los productos o medicamentos utilizados en el dopaje, y ver si efectivamente se ha producido un tráfico ilícito con los mismos y si se ha comercializado con ellos", señalaron fuentes de la investigación.

Manzano fue recibido ayer por el papa Juan Pablo II junto a su nuevo equipo, el vaticano Amore e Vita. Manzano dijo haber llorado de emoción al besar la mano del pontífice y afirmó que se había quitado "un peso de encima" al hacer pública su autoacusación. "No siento ningún remordimiento", declaró. El Amore e Vita corre con los colores vaticanos, blanco y amarillo, y hace campaña contra el aborto y las drogas, incluídas las deportivas.

El propietario del equipo católico, Ivano Fanini, que coloca en el manillar de sus bicicletas un crucifijo, ofreció a Manzano un puesto, pero su futuro aún no está claro. Aparte de sus problemas físicos, sobre todo una rodilla destrozada por los corticoides, están pendientes posibles sanciones por dopaje, según estipula la UCI para quien lo confiesa.

"Ya he oído por ahí que voy a ser sancionado", comentó Manzano ayer en Roma. "No me aparto de sanciones, de las decisiones de la Fiscalía ni de nada, sólo espero que cada uno tome su decisión. Tengo que estar agradecido al Amore e Vita por la oportunidad que me ha ofrecido", dijo. Manzano declaró a la agencia Efe que dejaba atrás "una etapa muy dura,pero hasta que no he soltado lo que llevaba dentro, no me he quedado tranquilo".

"Tras el Tour de Francia pensé en colgar la bicicleta y en montar una tienda de ropa, de bisutería o de cualquier otra cosa", continuó. "Espero que todo esto sirva, pero ya se ha visto que en el ciclismo hay mucho cobarde y gente que lo tiene muy bien montado, que tiene un monopolio que mueve mucho dinero".

El ciclista tiene previsto ofrecer hoy en Madrid su primera conferencia de prensa en España, tras la conmoción causada por sus revelaciones.

El viernes deberá realizarse un reconocimiento completo de la rodilla: "Dependerá de lo que me digan para saber cuándo puedo subirme a una bicicleta".