García Antón reclama al PSOE la inversión de 3.000 millones

El consejero de Infraestructuras, José Ramón García Antón, manifestó ayer en una mesa redonda organizada por el Foro de la Nueva Economía que estará "vigilante" a una serie de inversiones del Estado "que hasta ahora no eran duda". El consejero cifró en 3.000 millones de euros la inversión comprometida por José María Aznar desde junio de 2003 y alertó de que algunos proyectos están en peligro.

La mesa redonda, dedicada a las infraestructuras, adoptó en algunos momentos un tono reivindicativo. El consejero de la Generalitat José Ramón García Antón se mostró satisfecho con el grado de colaboración que hasta ahora había entre el Consell y el Ejecutivo de José María Aznar. "Vivíamos un momento dulce, que ha hecho posible que el AVE, que no figuraba en ningún lado, no sólo esté pintado en el mapa sino que se esté haciendo".

García Antón recordó que desde junio de 2003, en que se formalizó el Consell de Francisco Camps, los ministerios han comprometido 2.933 millones de euros en obras valencianas. 1.900 millones a cargo del Ministerio de Fomento y otros 1.033 en el de Medio Ambiente. "Es una inversión importantísima, que será difícil pararla", precisó el consejero en alusión al próximo gobierno del PSOE. García Antón pidió al nuevo Ejecutivo que no se pare estos compromisos y siga ese ritmo de actuaciones, ya que "en estos momentos están en peligro el trasvase del Ebro, el del Júcar-Vinalopó, algunos tramos del AVE, la segunda circunvalación de Alicante o actuaciones en puertos y aeropuertos".

El presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia, Rafael del Moral, hizo una vehemente defensa de la ampliación del puerto de Valencia, tras reconocer que los responsables portuarios habían hecho un ejercicio de responsabilidad limitando la ampliación en beneficio de las obras necesarias para la Copa del América. "Los proyectos no tienen ideología. Son buenos o malos para los valencianos y el puerto, según le exigen sus clientes, debe conservar su interoceanidad". El consejero delegado de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, y el presidente de los constructores, Juan Eloy Durá, completaban la mesa.