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MATANZA EN MADRID | Investigación policial

La policía halla en la casa de Chinchón huellas dactilares de una decena de supuestos terroristas

Una marca corresponde a Zougam y otras coinciden con las encontradas en la furgoneta

Jorge A. Rodríguez

La policía ha encontrado en la casa de Chinchón (Madrid) donde se ultimaron las bombas del 11-M, mediante rastreos con luz ultravioleta (scenescope), huellas de una decena de personas diferentes, que supuestamente corresponden a los autores materiales de la matanza. Una de ellas fue identificada a media tarde de ayer, sin ningún género de dudas, como perteneciente a Jamal Zougam, principal encartado en la investigación. Además, varias de las huellas coinciden con otras halladas en la furgoneta localizada en Alcalá de Henares. También se está analizando un coche Mercedes de Zougam.

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La policía ya sabe cuáles fueron los escenarios usados para la preparación del asesinato masivo, así como los teléfonos, vehículos y otros elementos empleados en el 11-M. Los dos lugares clave son el locutorio Nuevo Siglo, en el barrio de Lavapiés, propiedad de Jamal Zougam, donde fueron manipulados los teléfonos móviles, y la casucha de Chinchón donde se acabaron de preparar las 14 bombas depositadas en los trenes.

Los investigadores han aplicado en dicha infravivienda técnicas avanzadas para la detección de huellas dactilares (la luz forense crimescope, un revelador de huellas mediante cianoacrilato y el visualizador scenescope, de luz ultravioleta). Han hallado "cientos" de rastros dactilares, pero ha logrado aislar, según fuentes de las pesquisas, grupos de ellas que pertenecen a una decena de personas. Éstas corresponderían a quienes estuvieron en Chinchón en los días previos a los atentados, especialmente el día antes, cuando fueron activados los teléfonos móviles usados como temporizadores de las mochilas-bomba.

Una de las huellas dactilares ha sido identificada (tras el cotejo de puntos comunes, hasta 28) como perteneciente a Jamal Zougam, lo que permite avalar la sospecha de que éste marroquí es supuestamente uno de los autores de la masacre. Su rastro está en los dos escenarios investigados hasta ahora y, además, hay al menos dos testigos que insisten en que le vieron antes de las explosiones en uno de los trenes atacados. Otras fuentes aseguran que ha sido reconocido por algunos testigos durante la rueda de reconocimiento ordenada por el juez Juan del Olmo y que se desarrolló el pasado viernes en la cárcel de Soto del Real.

La policía también está rastreando, para intentar encontrar nuevas evidencias, un vehículo de la marca Mercedes, registrado a nombre de Zougam, que estuvo aparcado hasta hace unos días cerca de la calle del Tribulete, donde está el locutorio Nuevo Siglo.

Enigma

Las fuentes consultadas indican que algunas de las impresiones dactilares localizadas en la casa coinciden con otras halladas en la furgoneta Renault Kangoo que fue hallada con restos de explosivos, detonadores y una cinta en árabe la misma mañana del 11-M en Alcalá de Henares. La policía está investigando otros vehículos susceptibles de haber sido utilizados para el traslado de los terroristas y las bombas desde Chinchón hasta Alcalá de Henares. Uno de los enigmas aún no resueltos por los investigadores es por qué los terroristas dejaron esa furgoneta, aparcada en la calle del Infantado, en las inmediaciones de la estación ferroviaria de Alcalá.

La policía va a lanzar en breve órdenes restringidas de busca y captura internacional para los supuestos implicados en la matanza que ya tiene identificados, pese a que sus nombres no han trascendido. Estas personas se sitúan en la logística y la autoría material de los atentados, aunque ya hay indicios concretos sobre quiénes ordenaron, organizaron e inspiraron el 11-M. Todos estarían vinculados a grupos de terroristas radicales islamistas, vinculados con Marruecos y la nebulosa de Al Qaeda, aunque siguen sin descartarse conexiones con otros países.

Ya creen saber que los atentados recibieron luz verde a lo largo del año pasado, aunque la concreción final del plan se cerró en los primeros meses de 2004. La elección de la fecha de los atentados y el cálculo de sus posibles efectos (incluido el político) sigue intrigando a los policías. Están convencidos de que no es casual que escogieran una fecha tan señalada (dos años y medio después del 11-S y en vísperas de las elecciones generales). Y también creen que los detenidos y la mayoría de los identificados hasta ahora no tienen "la capacidad intelectual necesaria" para el diseño global del 11-M. La prisa en reivindicar los atentados por parte de supuestos portavoces de Al Qaeda (suelen tardar meses en hacerlo) también intriga a los investigadores.

El juez Del Olmo comenzará hoy a tomar declaración a los últimos seis detenidos en relación con la masacre, arrestados entre los días 24 y 26 de marzo en Madrid y Toledo. Y el juez Baltasar Garzón continuará hoy interrogando a Muhammed Galeb Kalaje Zouadi, Abu Talha, presunto "cerebro financiero" de Al Qaeda, que ya fue procesado en septiembre por integración en banda terrorista.

Imagen de la casucha de Chinchón de donde partieron los terroristas que perpetraron el 11-M.
Imagen de la casucha de Chinchón de donde partieron los terroristas que perpetraron el 11-M.CLAUDIO ÁLVAREZ

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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