Espanyols tots
El jueves, entrevistado en el poder fáctico fácilmente identificable, Pascual Maragall abogaba por pensar España desde la periferia. La tarde anterior Suso de Toro presentó en Ca Revolta el libro originalmente titulado Españois Todos, traducido por Pau Joan Hernàndez para Bromera. Son reflexiones anteriores a los acontecimientos del 11 y 14-M, los cuales no sólo no desdicen ninguna de las tesis de la obra, sino que las refuerzan y fundamentan.
Para el escritor, el nacionalismo centralista es xenófobo y monolingüe, heredero de aquel bando "nacional" que pretendía hacer españoles a los catalanes a base de fusilarlos. El gallego lo vive en su propia piel: se ha recluido a los pueblos en peceras herméticas, incomunicados entre sí. "No podemos vernos, nos tienen secuestrados los unos de los otros". ¿Cuándo se oye hablar gallego o cantar en catalán en las cadenas estatales? Desposeen de la legitimidad nacional al rival y niegan el españolismo a las culturas. ¿Quién disgrega, entonces, empecinándose en uniformar? "En la disolución que se nos propone", mantiene Suso, "seremos falsos castellanos, pintorescos españoles 'con acento".
Propone pues pactar con la realidad política y jurídica de España, impidiendo que los profesionales del patriotismo secuestren el concepto. No precisamos vibrar de emoción para darnos cuenta de que lo mejor es que cada cual sea español a su manera. O si no lo quiere ser, tenga libertad para decir y decidir. El articulista está seguro de que el futuro pasa por crear un nacionalismo cívico europeo que será útil al mundo, propuesta a la que ni con la peor fe se podrá acusar de tribal. Suso de Toro augura importantes cambios con Zapatero. El nuevo equilibrio político los exige, y ahora el PSOE ( aunque estatal, escarmentado) tiene la oportunidad de hacernos volver de aquella regresión en que nos sumergió un régimen imperial fronteras adentro al tiempo que sometido al imperio exterior. Él califica de "experiencia paranormal" estos últimos años. Un aznarato de pesadilla que nos azuzaba a los unos contra los otros. Valencianos, madrileños, gallegos, españoles todos: Nunca Máis.
