Educación sexual para erradicar la violencia

Un grupo de profesores de Badajoz queremos hacer pública nuestra preocupación por las situaciones de falta de libertades que se están dando ya en nuestras escuelas e institutos y, nos tememos, arreciarán más y con más fuerza.

Esto viene motivado por la política de derechización que se está dando en nuestra sociedad y la consiguiente reforma educativa del Gobierno del PP.

Dichas reformas educativas van a suponer un retroceso en derechos ya adquiridos con anterioridad. Estamos dando pasos atrás en la democratización de los propios centros (a la hora de elegir a los directores), y lo más grave es que estamos retrocediendo en las libertades básicas, como son el derecho de todos los niños a recibir una educación igualitaria y laica, sin adoctrinamiento alguno y sin ser discriminados por causa de su religión o creencias.

Este derecho a la escuela laica supone a la vez un respeto a la tendencia religiosa particular ejercida por las familias de nuestros alumnos en su ámbito, y reconoce la diversidad intercultural que es una realidad actual de nuestras escuelas.

Porque defendemos una enseñanza basada en la defensa de valores humanos sin discriminación por motivos religiosos, sexuales o sociales, queremos denunciar que se están dando casos que afectan a la propia libertad de cátedra de algunos profesores.

Es el caso de una maestra que está sufriendo rechazo y persecución por el hecho de haber impartido una clase de educación sexual a sus alumnos de primaria. Los contenidos impartidos en dicha clase están recogidos en el Área Transversal de Educación Afectivo-Sexual, y están avalados por los Ministerios de Sanidad, de Asuntos Sociales y el de Educación. El material bibliográfico utilizado se cita en la LOGSE, y en su momento fueron enviados a los centros por la propia Administración. Sin embargo, ese hecho ha provocado una reacción de rechazo por parte de algunos sectores de la comunidad educativa del centro, que están ejerciendo una presión contra dicha profesora, poniendo en entredicho su dignidad y profesionalidad.

Creemos que este hecho constituye un ejemplo de pensamiento reaccionario y puritano que cada vez más está ganando terreno en nuestra sociedad. La enseñanza de las Áreas Transversales en las escuelas está basada en una educación en valores, y el Área de la Educación Afectivo-Sexual ha de ayudar al niño a afrontar su propia sexualidad y a desarrollar actitudes de respeto y no discriminación por razón de sexo.

Ésta ha de ser la única manera de erradicar el problema de los maltratos y violencia contra las mujeres que constituye una de las peores lacras de nuestra sociedad actual.