La fiscalía investiga a Manzano por una adjudicación municipal

La Fiscalía de Madrid no ve indicios de delito en la actuación de la ex concejal y actual diputada Elena Utrilla en el caso de la adjudicación municipal de un contrato para la instalación de relojes callejeros. En cambio, sí considera que debe continuar el proceso en lo que respecta a los demás investigados, el ex alcalde José María Álvarez del Manzano, la ex edil Mercedes de la Merced y el anterior concejal de Urbanismo, Ignacio del Río.

El Juzgado de Instrucción número 13 de Madrid les investiga en la actualidad por una denuncia que el PSOE presentó ante la fiscalía y que ésta remitió luego al juzgado para que investigase. El grupo socialista acusa a los ex ediles de cometer una presunta prevaricación cuando adjudicaron, en julio de 2002, un contrato millonario de instalación y mantenimiento de soportes horarios y publicitarios a la firma Planigrama, propiedad de la empresa francesa Decaux.

Según sostiene el PSOE, la entonces concejal de Obras, Elena Utrilla, y los tenientes de alcalde Mercedes de la Merced e Ignacio del Río intervinieron en el proceso de adjudicación para perjudicar a la empresa que había sido mejor puntuada por los técnicos, Publimedia, y beneficiar a la que iba en segunda posición, Planigrama, que finalmente se hizo con el contrato: 84 millones de euros en 14 años por instalar y conservar 530 soportes publicitarios (indicadores de hora y temperatura y pantallas informativas que, a la vez, sirven de soporte para publicidad).

Tribunal Superior

La fiscalía no ve indicios delictivos en la actuación de la diputada de la Asamblea de Madrid Elena Utrilla. Este extremo es importante porque Utrilla es diputada autonómica y si el proceso también continuase contra ella, el juzgado de la plaza de Castilla tendría que inhibirse y trasladar las diligencias al Tribunal Superior de Justicia, dado que es aforada. Como Utrilla es diputada y el fiscal no ve indicios delictivos en su actuación, lo previsible es que la investigación continúe en el Juzgado de Instrucción 13. El juzgado ya había pedido a la Asamblea de Madrid que certificase la condición de diputada de Utrilla con vistas a decidir si proseguía con las pesquisas y las elevaba a la Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia, que preside Javier María Casas.

No obstante, es posible que de nuevo el juzgado se plantee la jurisdiccion sobre este caso, dado que Mercedes de la Merced es ya parlamentaria en el Congreso de los Diputados. En este caso, debería elevar el asunto al Tribunal Supremo y éste pedir permiso al Parlamento para poder actuar contra ella en la vía penal.

Las pesquisas se centran en determinar si los denunciados prevaricaron al tomar la citada decisión de adjudicar los relojes a Planigrama en detrimento de Publimedia. Nada más hacerse con el contrato municipal, Planigrama fue comprada por Decaux, que hasta ese momento sólo tenía un 49% del capital y que, según ha manifestado la edil del PSOE Marta Rodríguez Tarduchy, "ya había pactado con Planigrama esa compra en caso de ganar el concurso y el gobierno municipal lo sabía".

"Elena Utrilla paralizó el proceso en la mesa de contratación. Hubo después una intervención de Mercedes de la Merced que logró subvertir la puntuación, pero la mesa de contratación la devolvió a su estado original. Finalmente, el responsable de Urbanismo, Ignacio del Río, miembro de la Comisión de Estética, otorgó a Planigrama los puntos necesarios para que ganara el concurso", sostiene Rodríguez Tarduchy, que considera a José María Álvarez del Manzano "el director de todos estos actores".

Paz González, responsable de la Concejalía de Medio Ambiente en el actual gobierno municipal de Alberto Ruiz-Gallardón, ha decidido iniciar los trámites administrativos para anular el contrato adjudicado en 2002 a Planigrama. La razón oficial es que la empresa "aún no ha instalado ni uno solo de los soportes publicitarios que prometió, porque de hecho ganó el concurso con una oferta tecnológica inaplicable".

Planigrama se presentó al concurso en convenio con la empresa de comunicación Madritel, que debía encargarse de la parte técnica en el proceso de instalación y mantenimiento de los 530 soportes publicitarios. Un sistema de transmisión que, al ir por cable, obligaba a abrir varios kilómetros de zanjas en la capital. Pero ha pasado año y medio y en las calles de Madrid están plantados aún los viejos soportes, relojes e indicadores de temperatura anteriores a 2002, muchos de los cuales se han roto y han tenido que ser retirados por el Ayuntamiento en las últimas semanas".