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Urbanismo permite desde 1997 que los terrenos de Volvo acojan oficinas y tiendas

Volvo podrá dividir sus terrenos en parcelas de 1.000 metros cuadrados y venderlas

Antonio Jiménez Barca

Los dirigentes de la fábrica Volvo-Renault, en Villaverde, no necesitarán negociar con el Ayuntamiento o la Comunidad para sacar un suculento dividendo de la venta de los terrenos. El Plan General de 1997 ya permite que el tipo de suelo sobre el que se asienta la fábrica albergue oficinas, comercios y usos recreativos como minicines, por ejemplo. Eso posibilitaría a los responsables de la factoría, que tienen pensado abandonar esta ubicación antes de tres años, obtener una importante plusvalía sin que el Ayuntamiento o la Comunidad tengan que recalificar los terrenos o cambiar los usos de que ya dispone el suelo.

Un portavoz de la empresa aseguró el martes que Volvo "no ha pensado todavía en la plusvalía y sólo se ha limitado a exponer el plan social para llevar adelante el traslado de la factoría".

Actualmente, en la fábrica trabajan más de 500 empleados, la mayoría ocupados en fabricar camiones. Las intenciones de la empresa son que en tres años esta factoría desaparezca e instalar otra "en algún lugar de la Comunidad de Madrid" para construir sólo cigüeñales. Para esta factoría, la empresa no necesitará más de 150 empleados.

El comité de empresa manifestó su rechazo al desmantelamiento de la fábrica y denunció "la especulación del suelo".El Plan General de Madrid, que es una suerte de miniconstitución urbanística de la ciudad, al otorgar desde 1997 a los terrenos sobre los que se asienta la fábrica Volvo la categoría de suelo "urbano consolidado (norma zonal 9)" le permite, entre otras cosas, dividir toda la superficie "en parcelas de 1.000 metros cuadrados". Cada parcela puede venderse aparte. Dado que la fábrica mide 144.000 metros cuadrados, el número de parcelas será de 144. "Porque, al ser suelo consolidado, no necesitarán, como en otros casos, que el suelo pase de rústico a urbanizable y ceder el 10% al municipio o reservar zonas para espacios verdes", explican técnicos socialistas.

Modesto Nolla, secretario de Ordenación Territorial del PSOE en Madrid, recordó ayer que ya en su tiempo las alegaciones presentadas por el grupo municipal socialista al Plan General alertaban sobre la probable "fuga de empresas" a causa de las "facilidades" para "el negocio urbanístico" que les ponía el Ayuntamiento de Madrid. "Esto es una consecuencia más de aquello y del empeño del PP en facilitar el negocio especulativo", señaló ayer Nolla. Según un cálculo del PSOE, la normativa del Plan General permitirá que la fábrica de Volvo se venda por no menos de 148,5 millones de euros. "El cálculo se ha hecho con una edificabilidad media y descontando los gastos de urbanización y de gestión", precisaron los técnicos del PSOE.

El Plan General de Madrid permite, en concreto, que los terrenos sobre los que se asienta la fábrica de Volvo alberguen un 50% de oficinas, un 20% de comercios, un 10% de locales de ocio y otro 10% "de otros servicios terciarios". De esta forma, sólo un 10% está completamente asegurado como uso industrial.

En las alegaciones al Plan General, el PSOE aseguraba que las nuevas normas permitirían que los suelos calificados de la misma manera que el de la fábrica Volvo en Villaverde pudiesen albergar los siguientes usos: "Discotecas, tiendas, supermercados, zapaterías, aparcamientos disuasorios, teatros, cines, dotaciones sanitarias de cualquier tipo, complejos deportivos, oficinas bancarias, despachos de abogados, colegios, peluquerías, etcétera". La empresa, por medio de un portavoz, asegura que en el plan de desmantelar la factoría de Villaverde y sustituirla por otra más pequeña en otro punto de la región no ha primado en ningún momento el beneficio inmobiliario. "De lo único que se preocupa la empresa es del plan social, esto es, de las prejubilaciones, las bajas incentivadas de los empleados...". La factoría se encuentra en la calle de Eduardo Barreiros, a un paso de la M-40 y de los barrios residenciales de la Ciudad de los Ángeles y Orcasur.

La empresa sí que ha asegurado su disponibilidad a negociar con la Comunidad y el Ayuntamiento cuando llegue el momento de irse. Ahora mismo, con las normas urbanísticas existentes, los terrenos, según el PSOE, valen 148,5 millones de euros. Si el Ayuntamiento los recalifica, tras negociar con la empresa, para que puedan albergar viviendas, su valor aumentaría. Según varias consultoras y expertos en urbanismo, los 144.000 metros cuadrados valdrían entonces más de 240 millones.

Por su parte, el comité de empresa de Volvo-Renault ha asegurado que está "en contra rotundamente" del cierre de la fábrica de Villaverde, ya que "no obedece a ninguna lógica industrial ni económica". "Este centro está obteniendo beneficios consecutivos desde 1997 y acaba de ser galardonado por el grupo con un premio a la calidad", añaden los miembros del comité de empresa, que apelan a las instituciones para salvar la situación.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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