Un hombre de 30 años mata a su madre y a su hermana en Valencia
Mari Carmen Fernández, de 60 años, y su hija Mercedes, de 23 años, murieron a puñaladas ayer en su casa de Calles, a 70 kilómetros de Valencia. Los cadáveres los encontró el marido y padre, Daniel Martínez. El Juzgado de Llíria, a cargo de la investigación, dictó orden de búsqueda, como supuesto autor del crimen, de un hijo del matrimonio, de 30 años y toxicómano, que había amenazado a la familia y que pasó la noche en la casa.
El sospechoso había amenazado a la familia en ocasiones anteriores, según fuentes del caso, a consecuencia de su dependencia de las drogas. A pesar de ello, llegó a casa de sus padres a última hora del martes y se quedó a dormir. Nada más interrogar la Guardia Civil a Daniel Martínez, marido y padre de las víctimas, todas las sospechas recayeron sobre su hijo, que hace años dejó de vivir con la familia y sólo aparecía de forma ocasional. El Juzgado de Instrucción número cuatro de Llíria decretó secretas las actuaciones y dictó orden de búsqueda y captura. Al cierre de esta edición el sospechoso aún permanecía huido.
Daniel Martínez fue a primera hora de la mañana al campo y después pasó por el Ayuntamiento. Al regresar a casa, en la partida de El Cementerio, a las afueras de la localidad de Calles, en la Serranía valenciana, encontró muerta a su hija en un charco de sangre. Buscó a su mujer, Mari Carmen, y le costó encontrarla porque estaba en el garaje de la vivienda, junto al jardín, donde había estado trabajando. Martínez salió de casa a buscar al médico. Enseguida llegaron al lugar los agentes de la Guardia Civil de Chelva, después la brigada de homicidios.
El matrimonio compró hace seis meses la casa unifamiliar en la que vivía por 90.152 euros. Lo hizo después de jubilarse, aunque seguían vendiendo por los mercadillos de la zona frutas y verduras. De eso les conocían la mayoría de los vecinos de Calles, de unos 400 habitantes. Martínez tomaba cada mañana un cortado en el hogar del jubilado. "Hoy [por ayer] no ha venido. Siempre le vi solo", dijo la camarera. Una vecina explicó: "Conozco al matrimonio hace tiempo, pero sólo del mercado. Lo único que comentó alguna vez es que él y su mujer no se entendían con sus hijos porque querían vivir de otra manera. No conozco los detalles, dicen palabras muy fuertes".
Según fuentes del caso, Daniel Martínez y su mujer tuvieron al menos cuatro hijos, la menor era Mercedes (la fallecida, de 20 años). Hay dos varones (de los que no ha trascendido la identidad, uno de ellos el sospechoso del parricidio) y otra hija, Mari Carmen, la mayor, que vive en Vilamarxant.
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