Impulso a la línea del AVE por el Vallès, que puede llegar antes a Francia que a Barcelona
Los ingenieros defienden que la estación esté en el aeropuerto, aunque suponga retrasos
Los técnicos que trabajan en la línea del AVE piensan que hay que acelerar la conexión con Francia, a través del Vallès, independientemente de la llegada del tren a Barcelona. El retraso que supone la decisión de instalar la estación en el mismo aeropuerto, en lugar de ubicarla en el centro de El Prat como estaba decidido, aconseja trabajar intensamente en la línea del Vallès, de modo que se llegue a la frontera, en cualquier caso, en el año 2009, cuando ya estará listo el túnel bajo el Pirineo. No se descarta que el tren acabe llegando antes a Francia que a Barcelona.
Los técnicos del GIF (Gestor de Infraestructuras Ferroviarias) que trabajan en la línea del AVE hasta la frontera francesa viven una sensación de ducha escocesa. Tras los acelerones en los proyectos del final de la etapa de Francisco Álvarez-Cascos, se han topado con un frenazo a raíz de la exigencia del Gobierno catalán y el Ayuntamiento de Barcelona de revisar la situación de la estación para colocarla en el aeropuerto y no en el centro de la población.
En estos momentos domina la sensación de no saber a qué carta quedarse. Las peticiones de Pasqual Maragall y Joan Clos marcan un camino, pero el futuro ministro puede seguirlo o proponer una solución diferente. En esta tesitura, piensan que deben concentrarse en la zona que no está en discusión: la conexión con la frontera francesa a través del Vallès, una vía prevista que cuenta con el visto bueno de todas las partes y que nadie discute. Además, acelerar estos trabajos tiene una ventaja: permite cumplir con el compromiso contraído entre los gobiernos español y francés para la llegada del AVE a la frontera en 2009, independientemente de que en esa fecha el tren pueda no haber llegado a Barcelona o haberlo hecho sólo en parte.
El secretario de Movilidad del Gobierno catalán, Manuel Nadal, aseguró ayer que el Ejecutivo de Maragall trabaja para cumplir dos compromisos: que el tren llegue a Barcelona lo antes posible y a Francia en 2009. Además, dijo Nadal, está el compromiso de no tomar decisiones al margen del mundo local.
Nadal hacía referencia al enfado del alcalde de El Prat, Lluís Tejedor (ICV), que se enteró del proyecto de cambio por los diarios, que reproducían las declaraciones de Maragall. El presidente catalán, en respuesta al diputado de ICV Joan Boada, aseguró ayer en el Parlament que ya ha hablado con Tejedor y que han quedado para mantener una conversación más amplia en la que se le darán las garantías correspondientes.
Una posibilidad, apuntaron fuentes conocedoras del proyecto, es que se mantenga una estación en el centro de El Prat donde pararían los trenes de cercanías y las líneas 1 y 9 del metro. Esto facilitaría que la estación estuviera soterrada. El proyecto peveía que así fuera, pero los técnicos tenían serios problemas para elevar luego el recorrido del tren hasta la altura del puente que debe cruzar el Llobregat, ya que el corto espacio exigía pendientes muy pronunciadas para un tren de alta velocidad. Este problema desaparece si la estación se instala en el aeropuerto, sea en la nueva o en la vieja terminal.
Los planes propuestos por Maragall para que la estación esté en el aeropuerto, defendidos también por el alcalde de Barcelona, Joan Clos, y la Cámara de Comercio, cuentan desde ayer con otro apoyo: el del Colegio de Ingenieros Industriales de Cataluña. Su decano, Àngel Llobet, aseguró que es mejor que la estación se instale en el aeropuerto, incluso si esto supone un retraso de dos años. Llobet cree, además, que este retraso puede acortarse con actuaciones en paralelo. Asimismo recordó que la estación en El Prat y una lanzadera hasta el aeropuerto no era sino una solución de compromiso que, en el fondo, no satisfacía a nadie.
La clave es la declaración de impacto ambiental y lo que pueda prolongarse este trámite. Y también la actitud del alcalde de El Prat, que puede contribuir, con alegaciones y recursos, a dilatar el proceso si considera que perjudica a los intereses de la localidad.
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