El SPD elige hoy al sucesor de Schröder para salir de la crisis
Los socialdemócratas esperan que Müntefering actúe como un revulsivo
El Partido Socialdemócrata alemán, SPD, celebra hoy en Berlín un congreso extraordinario para elegir a Frank Müntefering, de 64 años, como presidente para sustituir al canciller federal, Gerhard Schröder, de 59 años, que dimitió el pasado 6 de febrero. El SPD espera que Müntefering actúe como revulsivo para sacar al partido de la crisis en que se encuentra con abandonos masivos y encuestas desfavorables.
Los sondeos sitúan al SPD en estado de coma demoscópico con sólo un 25% de intención de voto, un 13% menos de lo conseguido en las elecciones del 22 de septiembre de 2002. El congreso elegirá también al diputado Kai Uwe Benneter, de 57 años, un antiguo compañero de fatigas de Schröder en las Juventudes Socialistas a finales de los setenta para secretario general del SPD.
Desde que Schröder sucedió al izquierdista Oskar Lafontaine en la presidencia del SPD en marzo de 1999 hasta hoy, el partido cuenta con unos 130.000 afiliados menos, uno de cada seis miembros se dieron de baja o desaparecieron por muerte de las filas socialdemócratas. El SPD cuenta hoy con 651.000 miembros, la cifra más baja desde el final de la guerra. Si a esto se añaden los desastres en las elecciones regionales, en las que pierde uno tras otro el poder en los Estados federados, se explica que Schröder ofreciese su cabeza y renunciase a una parcela de poder en aras de frenar la irresistible caída del partido en un año de maratón electoral con 14 comicios europeos, regionales y municipales.
Existen dudas fundadas de que la renuncia de Schröder a la presidencia del SPD sirva de revulsivo suficiente. En las elecciones de Hamburgo el 29 de febrero, conocida ya su dimisión, no se produjo el llamado efecto Münte, y el SPD cosechó la mayor derrota desde el final de la II Guerra Mundial. Müntefering, con sus 64 años, no supone el relevo generacional del SPD. No obstante, goza de las simpatías de las bases con su estilo directo y por representar al proletariado y haber recorrido todos los escalones hasta encabezar un partido al que se acusa de haberse olvidado de los más débiles y sus principios de justicia social.
Cambio de rumbo
El SPD mostrará hoy en Berlín prietas sus filas, pero flotan en el ambiente desde las exigencias de cambio de rumbo en la política del Gobierno hasta incluso iniciativas cismáticas. El sempiterno Lafontaine no deja de zaherir a su sucesor en la presidencia del partido, el canciller Schröder, y sostiene que la política social del Gobierno llevará al SPD por debajo del 20% en las próximas elecciones. En su órgano de expresión, el sensacionalista Bild Zeitung, periódico al que Schröder ha declarado la guerra, Lafontaine ha presentado su propia agenda, un programa alternativo a la Agenda 200l que intenta llevar adelante el canciller.
Por añadidura, se han reunido estos días en Múnich un grupo de militantes del SPD, dirigentes sindicales del metal, que se autodenominan Iniciativa por el Trabajo y la Justicia Social. Este grupo declara que el SPD ha incumplido sus promesas electorales de 1998 y 2002 y se ha alejado de sus principios. La Iniciativa amenaza con presentarse a las elecciones. La respuesta de la dirección del SPD ha sido amenazar con la expulsión fulminante de estos disidentes. En este clima elegirá el congreso del SPD hoy a sus dos cargos directivos más importantes.
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